Cada día estamos MAS locos

Jorge Roberto Márquez MeruviaAGLAl parecer el Vicepresidente del poderoso Estado Plurinacional de Bolivia Álvaro García Linera anda algo “tojpi”[1], posiblemente su estado se deba a traumas causados por la “guerrilla” (si es que podemos llamarla así) y a los actos cometidos con sus revolucionarios amigos de lucha del Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK). Creo que es conveniente recordar un suceso tan importante en la vida de nuestro vicepresidente, ya que fue arrestado y acusado de insurrección y terrorismo. Fue detenido durante un intento de hacer volar torres de tendido eléctrico, nuestro iluminado vicepresidente en el EGTK se dedicaba a ser el ideólogo del movimiento, razón por la cual no tenía experiencia en la lucha armada y posiblemente al encontrarse en acción la poca experiencia que tenía fue la culpable de que pase cinco años en la sombra.Como podemos ver, hay razones suficientes como para quedar algo chiflado: pertenecer a un ejército guerrillero de orientación indigenista-maoísta (el solo leer eso es algo loco, ¿no creen?); ser su ideólogo, ya saben pasar mucho tiempo imaginando cosas, viviendo cada día en la episteme olvidando por largos periodos a la doxa; y por ultimo pasar cinco años entre rejas. Imaginen pasar por eventos tan traumáticos, bajo esas circunstancias uno enloquece.Es así como nuestro Vicepresidente Álvaro García Linera en el municipio de Chuma en un acto dijo: “Cada hermano y cada hermana tiene que acordarse del presidente Evo cada noche, cuando va a dormir y cuando se despierta, para que él siga alumbrando nuestro camino”. Y agrego: “es nuestro tata”, quien “se acuerda de todos y necesita nuestro apoyo”.Al quedarme con la duda de la locura del vicepresidente pensé que posiblemente podía tratarse de otra cosa, como por ejemplo aferrarse al cargo y ser un eterno vicepresidente o simple estupidez. Entonces recurro a Friedrich Nietzsche en una sesión espiritista, luces tenues, la hora exacta para comunicarse con el “más allá” y un médium (el cual por casualidad era traductor e intérprete de alemán acreditado). Una vez contactado el espíritu de Nietzsche le pregunte por qué y cuál era la motivación del vicepresidente para decir lo que dijo, algo que al parecer no fue suficiente porque tuve que darle más información como por ejemplo: quién es Álvaro García Linera y qué es Bolivia. Cuando lo puse al tanto el espíritu de Nietzsche sufrió de un ataque de risa de unos veinte minutos aproximadamente y después de un breve silencio dijo:En algún apartado rincón del universo centellante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la «Historia Universal»: pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer.Alguien podría inventar una fábula semejante pero, con todo, no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el cual se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidades en la que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para él no habrá sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en el girasen los goznes del mundo. Pero, si pudiéramos comunicarnos con la mosca, llegaríamos a saber que también ella navega por el aire poseída de ese mismo pathos, y se siente el centro volando de este mundo. Nada hay en la naturaleza, por despreciable e insignificante que sea, que, al más pequeño soplo de aquel poder del conocimiento, no se infle inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo, de cuerda quiere tener su admirador, el más soberbio de los hombres, el filósofo, está completamente convencido de que, desde todas partes, los ojos del universo tienen telescópicamente puesta su mirada en sus obras y pensamientos.Es digno de nota que sea el intelecto quien así obre, él que sin embargo, sólo ha sido añadido precisamente como un recurso de los seres más infelices, delicados y efímeros, para conservarlos un minuto en la existencia, de la cual, por el contrario, sin ese aditamento tendrían toda clase de motivos para huir tan rápidamente como el hijo de Lessing. Ese orgullo ligado al conocimiento y a la sensación, niebla segadora colocada sobre los ojos y los sentidos de los hombres, los hace engañarse sobre el valor de la existencia, puesto que aquél proporciona la más aduladora valoración sobre el conocimiento mismo. Su efecto más general es el engaño – pero también los efectos más particulares llevan consigo algo del mismo carácter –.Y eso fue lo que me dijo Friedrich Nietzsche.[1] Sinónimo criollo que equivale a loco, chiflado o trastornado. Lo usan mucho las birlochas cuando dicen: “Aquel chango anda tojpi por mí, pero no le doy bola”. Alfonso Prudencio Claure, Diccionario del Cholo Ilustrado, Ojo Publicaciones – La Paz 1978