Gajes de la diplomacia comunitaria

Álvaro Riveros TejadaAlvaro-Riveros-Tejada3Luego de habernos enterado de las bizarras, como gallardas declaraciones de nuestro canciller Choquehuanca, asegurando que el senador Roger Pinto no es merecedor del asilo político que le otorgó el Brasil y que el gobierno está preparado ante cualquier acción que ese país pueda realizar ante organismos internacionales, un sentimiento de orgullo, temor y resignación nos invadió el alma al considerar que dichas afirmaciones podrían llevarnos fácilmente a reeditar la Guerra del Acre u otra de esas aventuras bélicas en la que nos embarcamos constantemente, con la mala suerte de salir siempre segundos.Pareciera paradójico, pero los avances tecnológicos que nos han permitido contar con un avión de última generación para el uso de S.E., que le faculte desarrollar la diplomacia de los pueblos con más frecuencia y rapidez, en lugar de acercarnos a los países, pareciera que nos aleja fatalmente de ellos, aún de los más fraternos, con una regularidad y pertinacia inexplicables.Luego de su último viaje a Rio de Janeiro, donde tuvo la gentileza de concederle una entrevista privada al Papa Francisco, éste le habría expresado su admiración y sus bendiciones por el proceso que encara Bolivia. Ante semejante logro, lo curioso es que ese mismo trato no le hubiese deparado a la presidenta del Brasil, a fin de acabar de una vez por todas con todos los problemas que nos atingen y nos distancian de ese país. Por el contrario, se supo que el Congreso brasilero recomendó a Itamarati no retirar al embajador Viato de Bolivia y dejarlo preso en estas breñas andinas al igual que el senador Pinto, hasta las calendas griegas. ¡Vaya malacrianza de estos muchachos!Como una obligatoria e insoslayable asistencia, el 26 de julio voló a Cuba, a los actos de celebración de los 60 años del asalto al Cuartel Moncada, acto fallido que dio inicio a la lucha que culminó con el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista y el inicio de una gerontocracia comunista que dura hasta nuestros días y es la madre del cordero de las penurias que sufre Venezuela.Finalmente, casi en forma simultánea a los logros conseguidos con el Santo Padre, S.E. estuvo en Venezuela, donde el mes de Julio estuvo colmado de importantes fastos como ser: los primeros cien días de gobierno del presidente Maduro; la conmemoración del 230 aniversario del natalicio del Libertador Simón Bolívar el 24 de julio; y el día 28, el 59 aniversario del natalicio del ex tinto mico mandante Chávez. En dicha oportunidad, haciendo un despliegue de fino tacto diplomático, el presidente reveló haber preguntado algunas veces por su colega fallecido, como si él aún gobernara su país en lugar de Maduro. «A mí me cuesta cambiar de presidente, dijo Morales “tal vez algunos hermanos ministros de Venezuela se molestan, cuando en vez de preguntar dónde está el compañero Maduro, sigo diciendo “dónde está el compañero Hugo Chávez, a qué hora va a llegar Hugo Chávez», y admitió que esto le ha pasado «dos o tres veces.Es importante destacar que toda esta exitosa, como nutrida agenda se contrapone a la antigua tesis esclerosada de la diplomacia neoliberal colonialista y ahora se circunscribe en los gajes de la diplomacia comunitaria.