En España, en verano hace calor. Y para dormir es muy agradable dejar la ventana abierta. No es recomendable dejar el aire acondicionado encendido todo el tiempo con lo que la brisa de la noche hace que no durmamos asados. Pero en verano también aumentan las fiestas mayores, las terrazas, los niños jugando en el parque hasta la madrugada y en definitiva, un sinfín de ruidos que hacen que tengamos que escoger entre fresco y silencio. Ahora hay una nueva ventana que aísla el ruido y deja entrar la brisa.
Es algo que a primera vista parece imposible. ¿Cómo se puede dejar pasar el aire pero no el ruido? La solución viene de Corea del Sur, en concreto del Instituto Coreano de Maquinaria y Materiales y de la Universidad Marítima Nacional de Mokpo. Lo que han conseguido es una manera mediante la cual el sonido y el aire mediante el que viaja se separan. Luego el sonido se atenúa y el aire fluye.
El método es bastante ingenioso. En resumen y sin entrar en muchos tecnicismos, han conseguido crear una cámara de resonancia entre las placas de cristal que atenúa el sonido para unas frecuencias determinadas. Esta cámara esta hecha mediante 2 placas de plástico acrílico de 150mm y que están separadas por 40mm. El sonido entra y se comprime gracias al diseño.
Pero es igual de importante la parte que comprime el sonido como la que se usa para que el sonido entre. Para ello el cristal está agujereado con agujeros de 50mm que hacen que el sonido llegue a la cámara y que permiten que el aire fluya. Con esta medida de agujeros, se consigue reducir el sonido de 20 a 35 decibelios en frecuencias de 700 Hz hasta 2.200 Hz, lo que es bastante.
Lo bueno es que la medida del agujero puede ser cambiada para adaptarlo a otras frecuencias con lo que podríamos bloquear los sonidos de maquinaria, que son más agudos y dejar que entraran los de las olas del mar. Luego ya veríamos si los agujeros se podrían tapar para épocas más frías.
Fuente: http://gizmologia.com