Entre los resultados preliminares anunciados meses atrás y los datos oficiales divulgados el día de hoy, al gobierno se le “perdieron” nada menos que 362.659 ciudadanos bolivianos.Son los misteriosos desaparecidos de Evo Morales.De éstos, 121.160 se “esfumaron” del departamento de Santa Cruz, que de esa forma queda en segundo lugar detrás del departamento de La Paz, algo muy conveniente políticamente para el oficialismo, en momentos en que el país entra en periodo pre-comicial y cuando los cálculos de geografía electoral (redistribución de curules incluida) se vuelven muy relevantes de cara a la votación del 2014.No parece creíble que la gigantesca diferencia poblacional entre los resultados preliminares y los definitivos pudiera obedecer a un simple error, y todo apunta más bien a una manipulación descarada.Ante esto, dos medidas serían pertinentes: 1) exigir la realización de una auditoría técnica del Censo, a cargo de entidades confiables e imparciales, como podrían ser el PNUD y la Fundación Jubileo; y 2) impulsar encuestas demográficas departamentales, en base a la competencia para estadísticas que la CPE le asigna a las gobernaciones.Indígenas: el 30% de la poblaciónMás allá del “maquillaje” de cifras, hay un dato por demás interesante en los resultados presentados por el INE: los censados que se definen como indígenas son 2,8 millones de bolivianos, alrededor de un 30% de la población total, lo que significa una reducción de gran magnitud en la autoidentificación con pueblos originarios en comparación con lo sucedido en el Censo del 2001, cuando esta cifra llegó al 60%, alimentando la ficción del “país de mayoría indígena” que tan útil fue para el proyecto político de Evo Morales.En aquel entonces, la exclusión silenciosa de la categoría “mestizo” del Censo sirvió para crear ese equívoco. En cambio, en el 2012 el debate sobre la autoidentificación previo al nuevo Censo puso en alerta a la ciudadanía…[email protected]