Tres países rechazan el uso de la coca

Estados unidos, Gran Bretaña y Suecia. Bolivia necesita 62 de los 183 votos para retornar a la Convención de 1961.

image El masticado de coca es penalizado por la comunidad internacional.

Estados Unidos, Gran Bretaña y Suecia observaron el retorno de Bolivia a la Convención sobre Estupefacientes de 1961. Ayer, el canciller David Choquehuanca restó importancia a los cuestionamientos presentados por estos países.



Bolivia pidió una reserva para permitir que el masticado de la hoja de coca se mantenga como costumbre milenaria y no sea penalizada. El retorno a la convención dependerá de los votos que acumule de los países miembros.

La Paz renunció a la Convención sobre Estupefacientes de 1961 el 29 de junio de 2011 y solicitó su adhesión el 1 de diciembre del mismo año, con la reserva referida a la despenalización del acullico. Para que se apruebe el reingreso de Bolivia a la Convención se necesita el apoyo de al menos 62 de las 183 naciones que integran la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Un reclamo regional

Choquehuanca explicó que los países tienen toda la libertad de oponerse a la solicitud boliviana, tal como lo hicieron Estados Unidos, Gran Bretaña y Suecia, porque en una elección no siempre existe una opción.

“Pueden rechazar más países, esperamos que la comunidad internacional nos acompañe en esta lucha, porque tenemos el apoyo de varios países (…). Hay campañas en Bolivia y todos no votan por una misma opción, y es lo mismo a escala internacional", señaló el funcionario.

Campaña internacional

El ministro aseguró que la campaña realizada por las autoridades y representantes nacionales en el mundo surtió buen efecto, y los resultados son el apoyo del bloque de los Países No Alineados, la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y otras instancias similares.

Choquehuanca se refirió también al Estudio Integral de la Hoja de Coca y aseguró que contar con los resultados fortalecería la posición boliviana. Explicó que de reingresar a la convención se solicitará el compromiso de las grandes potencias para la lucha contra el narcotráfico.

“Si pertenecemos a la convención de Viena, será con esta reserva de que respeten nuestros derechos, porque ningún país va a ratificar un instrumento internacional que atenta contra su cultura y contra la Constitución", dijo.

El país considera que la despenalización de la coca es uno de los objetivos de la política exterior de Bolivia y consideró que América Latina apoya su reclamo.

EL DEBER y AGENCIAS – LA PAZ