Bolivia no cambia

evocensoEl análisis de los indicadores sociales que se desprenden del Censo 2012 no deja dudas: más allá de los discursos exitistas del gobierno de Evo Morales, lo cierto es que los avances en desarrollo humano en el ciclo neopoulista son algo menores o idénticos que en la anterior etapa semi-liberal, a pesar de que el actual régimen dispone de cinco veces más recursos económicos, fruto de los altos precios internacionales de los hidrocarburos.Señalábamos en columnas anteriores la desaceleración en la tasa de crecimiento de la asistencia escolar, comparando el periodo 1992-2001 con el 2001-2012. Agregaremos ahora que, en el caso de la tasa de crecimiento en la alfabetización, ésta aparece estancada en torno a un 0,75% anual, siendo casi idéntica en ambos periodos.De poco ha servido, entonces, el tan mentado Plan de Alfabetización confiado a instructores cubanos, quienes aprovecharon el contacto con la población boliviana para el adoctrinamiento ideológico pro-marxista.Contrariamente a lo que reza el eslogan oficialista, Bolivia no cambia, en parte por la mala calidad del gasto público, enfocado en obras megalomaníacas y no en educación, ciencia y tecnología.Sin ir más lejos, hoy nos enteramos que el gobierno cocalero gastará 70 millones de dólares en la construcción de la sede de Unasur y 15 millones de dólares en un nuevo edificio para el Ministerio de Economía.¿Qué prioridad real tienen para el país estas obras? Casi ninguna, salvo el uso propagandístico para el presidente Morales y, tal vez, el enriquecimiento de algunos bolsillos burocráticos…[email protected]