El presidente Morales no dejó pasar la ocasión de un nuevo foro con asistencia internacional para lanzar las típicas frases que el mandatario considera acertadas, pero que el resto de la humanidad conoce como “evadas”.
Esta vez no habló sobre los efectos del pollo o la Coca-Cola, sino que se despachó en contra de la costumbre de “cambiarse mucho la ropa”.
Mientras los turistas revolucionarios llegados con viáticos pagos lo entronizaban como “líder mundial de las organizaciones sociales”, el gobernante cocalero llamó a “descolonizarse del lujo” y criticó a las personas que se cambian de ropa varias veces al día.
Morales puso de ejemplo a seguir su infancia en Orinoca, cuando usaba la vestimenta “hasta que se caiga del cuerpo” y solo se sacaba la chompa “para buscar piojos”.
“Esto huele a Pachamama”, decía mientras tanto el actor español Guillermo Toledo, visiblemente emocionado por estar entre tantos revolucionarios del siglo XXI.
Entre las conclusiones de tan folclórico encuentro se dispuso “Constituir el Centro de Inteligencia y Contrainteligencia civil y militar latinoamericano en defensa de la independencia del continente”.
Algo así como el “Plan Cóndor” del ALBA…