«Mi adicción al alcohol ha sido la puerta de entrada a otras sustancias», dijo Lindsay Lohan a Oprah Winfrey. Sin tapujos ni matices, la actriz decidió hablar alto y claro con la estrella televisiva y confesarse. «Sí, soy adicta». Ha tomado cocaína, al menos en 10 o 15 ocasiones, pero asegura que no le gustaba demasiado y que se dejaba llevar por la fiesta y el alcohol.
Espera que su sexto ingreso en una clínica de desintoxicación sea el definitivo: «Creo que otras veces no acepté el hecho de que lo único que debía hacer era cerrar la boca y escuchar». Ahora solo toma vitaminas.
«Oprah’s Next Chapter» volvía a la carga tras la entrevista a Lance Armstrong. Ahora era el turno de Lindsay Lohan, la niña mona de Disney que no supo gestionar su fama, su dinero y su madurez. «A pesar de sentirme feliz con mis adicciones y todo el caos que me rodeaba, inconscientemente quería ingresar en prisión [por posesión de cocaína en 2007] y así encontrar algo de paz», dijo la joven de 27 años.
También tuvo bellas palabras para sus padres, que no fueron el mejor ejemplo durante su infancia, y sobre sus planes de futuro: centrarse en lo que la hace feliz, el trabajo duro y probarse a sí misma. Ahora tiene dos millones más en la cuenta tras esta agradable charla en «prime time», así que puede ir comenzando… Para el encuentro con Oprah lució un aspecto limpio. Con el cabello recogido, sin pendientes, con un vestido color mandarina y smoky eyes».
Fuente: www.abc.es