Las siamesas fueron separadas; pero su diagnóstico es reservado

Cochabamba, Bolivia. Damaris y Danitza Mita Gerónimo, las siamesas que nacieron unidas por el tórax y el abdomen, fueron separadas ayer de emergencia. La intervención que duró, al menos, ocho horas fue calificada como un éxito, pero habrá que esperar 24 horas para saber cómo reaccionan ellas.

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El equipo que trabajó en la compleja operación a las siamesas en Cochabamba.



La Razón / Cochabamba

Damaris y Danitza Mita Gerónimo, las siamesas que nacieron unidas por el tórax y el abdomen, fueron separadas ayer de emergencia. La intervención que duró, al menos, ocho horas fue calificada como un éxito, pero habrá que esperar 24 horas para saber cómo reaccionan ellas.

“El estado clínico preoperatorio de las pacientes era delicado, el pronóstico es reservado. Por el momento, tendremos que esperar 24 horas para saber qué es lo que puede pasar con las bebés”,  informó Carlos Brockman, cirujano cardiovascular y miembro del equipo multidisciplinario que atendió a las pequeñas.

Hoy cumplen cuatro meses, pues nacieron el 16 de mayo, y hasta el viernes estaban internadas en la Unidad de Terapia Intensiva pediátrica del hospital Manuel Ascencio Villarroel. El sábado por la tarde fueron trasladadas “en una semiemergencia” a la Clínica Belga, porque “empezaban a degradarse rápidamente en su estado físico y decidimos adelantar la cirugía que estaba programada para la próxima semana”, explicó Brockman.

La cirugía empezó cerca de las 10.30 y “a las 14.30 estaban separadas”, pero la intervención demoró hasta las 17.00 pues todavía se realizaba el “cierre” en cada una de ellas. 

Según Gonzalo Meleán, pediatra y coordinador del equipo médico quirúrgico, 29 profesionales médicos de diversas áreas participaron en la operación.

“Tenemos la satisfacción de decir que hubo una cirugía bien hecha: la parte cardiaca sin problemas, la parte de separación hepática también, la reconstrucción de tejidos (en el tórax) para que alcance la pared,  igual. No hemos tenido ningún problema”, aseveró el especialista.

Mario Goitia, cirujano de trasplante de hígado, informó que las niñas fueron trasladadas a la Clínica Belga porque “había compromiso cardiaco y la parte hepática requería infraestructura y equipo” para la separación.

Las niñas nacieron unidas por el tórax y el abdomen, compartían el hígado y el pericardio de sus corazones.  Danitza presentó, además, hipertensión pulmonar y el síndrome de Dandy Walker, que podría derivar en una hidrocefalia. Ella fue intervenida semanas atrás debido a esta complicación médica.

“Esta niña se encuentra en mayor  desventaja y el tiempo nos dirá qué tipo desventajas habrá para ella, un retraso psicomotor es lo más esperado por una hipertrofia a nivel cerebral”, dijo Miguel Salas, neurocirujano.

Tras el nacimiento de las siamesas, los galenos del pediátrico decidieron esperar para la separación porque requerían ganar peso. Cada niña tiene ahora 3,2 kilos de peso.

Goitia aseguró que ayer hubo premura clínica para atender a las pequeñitas, “que obligó a hacer la cirugía de manera precoz, comenzó ayer (por el sábado) con una preparación laboriosa. Queda un camino bastante largo, una de las bebés se encuentra  estable y la otra tiene un estado clínico que no es malo, el propio de un postoperatorio”.

El diagnóstico es reservado y habrá que esperar la evolución para conocer el futuro de las niñas.

Operación exitosa es inédita en Bolivia

Damaris y Danitza son las primeras gemelas unidas que fueron separadas en el país. La cirugía mereció la intervención de 29 profesionales de diferentes especialidades de distintos hospitales de Cochabamba. “Este equipo va a seguir trabajando para culminar esta cirugía multidisciplinaria”, adelantó Luis Mercado, director de la Clínica Belga.

A pesar de que el diagnóstico es reservado, los médicos destacaron que “éste ya es un gran paso, que todos estos médicos hayan logrado separarlas” en el país, después de meses de espera en los que se buscaron alternativas en Chile, Perú y La Paz.

“Técnicamente ha sido posible hacer esto en Bolivia. No habría sido posible si no hubiesen cooperado los médicos de forma desinteresada”, dijo. Las niñas requerían de un especialista que realizara la separación del hígado, pues compartían este órgano; otro especialista en cardiología porque el pericardio era común a pesar de tener los corazones separados; y fue fundamental el equipo de anestesiología.

“Éste es el primer procedimiento que se realiza en Bolivia, la separación de siamesas quirúrgicamente con éxito”, aunque hay que esperar la evolución de las niñas.