Bolívar apela al amor propio para imponerse

Puntero El conjunto académico asciende al primer lugar del torneo Apertura de la Liga. Después de ir perdiendo, en la segunda mitad dio vuelta al marcado

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Goles son amores y Bolívar hizo dos, los suficientes para dar vuelta el marcador de un complicado partido y derrotar a Nacional Potosí (2-1), ayer en el estadio Hernando Siles, adueñándose del primer lugar del torneo Apertura de la Liga, aprovechando también el tropiezo de The Strongest en su visita a Real Potosí (0-0).



La Academia sufrió toda la tarde. No jugó bien en la primera parte, mientras en la segunda tuvo que apelar al amor propio para hacer respetar su localía, gracias a los aciertos de Juan Carlos Arce y Nelson Cabrera.

Si bien Nacional no brilla, tiene virtudes para destacar, como el juego de conjunto incluida la solidaridad de cada uno de sus integrantes y las ganas que ponen en la cancha, donde tácticamente son aplicados.

El potosino, dirigido por Julio César Baldivieso, no mereció la derrota, sin embargo sufrió un duro castigo después de perdonar a su rival, porque tuvo chances para hacerle más de un gol.

Este Nacional de obreros, ayer le perdió el respeto a Bolívar y a ratos lo superó, pero no pudo ampliar la diferencia construida en la primera parte.

La Academia hizo creer que se llevaría por delante al potosino, pues en apenas dos minutos había creado tres situaciones de gol; aunque también dejó jugar al rival y se metió en problemas.

Antes de la apertura, Rodrigo Vargas ya había insinuado, pero un acertado Romel Quiñónez evitó la caída de su arco. A los 39’, el visitante marcó el primero de la tarde. Zenteno habilitó bien a Vargas y el centro medido de éste le permitió a Mario Jiménez anotar de cabeza.

En el inicio de la segunda parte, el potosino estuvo cerca de hacer por lo menos uno más, pero Quiñónez lo evitó.

Juan Carlos Arce le cambió la cara al juego del celeste y  empató a los 18 minutos con una gran jugada, en la que se abrió cancha y sacó un derechazo fuerte. A partir de ese momento la Academia se tuvo fe y liquidó con un bombazo que mandó Cabrera, alguien logró desviar  la pelota y engañó al golero (36’) para sellar el triunfo bolivarista.

Fuente: La Razón