EEUU: Al nacionalizar su lucha antidroga, Bolivia va por buen camino

Larry Memmott: Le tocó estar como embajador interino en los días más difíciles en la relación Bolivia-EEUU: cuando Usaid se fue. Un poco a la espera de lo que pase, Larry Memmott no deja de insistir en que el acercamiento, ahora mismo, es posible.

Larry Memmott: Al nacionalizar su lucha antidroga, Bolivia va por buen camino

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Larry Memmott. Foto La Razón.



La Razón / La Paz

Si hay un emblema del Gobierno boliviano es la “nacionalización de la lucha contra el narcotráfico” (presidente Evo Morales, 28 de mayo). Pues bien, Estados Unidos está contento con ese paso dado por Bolivia; de hecho, el país del norte habla en este mismo sentido con los demás de la región; Bolivia sólo se adelantó en el tema “y eso está bien”, afirma el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, Larry Memmott.

Con su oficina decorada con motivos de Halloween, el hoy máximo diplomático de EEUU en el país habla con Animal Político. En la relación entre ambos países, hay muchas cosas que son más apariencia que realidad, y habría que mirar más de cerca, casi reclama.

— ¿En qué está por ahora el restablecimiento de las relaciones?

—Tenemos relaciones…

— Consulares…

—Bueno, también diplomáticas; ése es mi trabajo. Yo me junto con los ministros, hablo sobre distintos temas, a veces estamos en desacuerdo, en algunos temas estamos de acuerdo, y trabajamos juntos. Ahora, lo que falta, para poner la relación sobre una base normal, sería el intercambio de embajadores.

— ¿Están esperando la respuesta boliviana?

—Sí, formalmente estamos esperando la respuesta de Bolivia.

— Pero ¿sigue vigente el Acuerdo Marco (de noviembre de 2011)?

—Bueno, ese Acuerdo Marco… las cosas cambian; uno firma acuerdos, y la situación cambia; mucho de este acuerdo estaba enfocado a la cooperación para el desarrollo y en el campo contra narcóticos. El Gobierno (boliviano) ha dejado bastante claro que no está interesado en cooperar con Estados Unidos sobre esos dos temas; muy bien. Pero sigue en pie el acuerdo.

Hay cosas en éste que son mucho más básicas y muy importantes, como el reconocimiento, de las dos partes, de la soberanía de los dos países, del hecho de que cada país puede tener su propio sistema, (que) sin embargo, podemos trabajar juntos.

— Lo más estable parece el comercio. ¿Cómo evolucionará?

—Es difícil decir, pero yo creo que el crecimiento que estamos viendo de la economía boliviana, muy impresionante, del 6% este año, es una cosa que les conviene a los dos países. Conviene a Bolivia porque crece su economía y sus habilidades de compra y venta, de exportación. Nosotros somos los mayores compradores en varios productos no tradicionales, quinua, joyería en oro. Yo tengo un favorito: si quieres hacer un buen dinero, empieza a exportar la ulupica a Estados Unidos; no la tenemos, no la hemos visto nunca, va a ser una cosa muy novedosa; creo que hay muchos productos que Bolivia puede exportar, y con la industria desarrollándose un poco más, creo que van a haber muchas posibilidades.

— Aunque sea anacrónico, pero ¿allí todavía se habla del gas boliviano? Recuerde octubre de 2003.

—El mercado del gas ha cambiado radicalmente en los últimos cinco años, con el descubrimiento de esta nueva técnica que se llama el fraking (de mayor extracción del hidrocarburo); se espera que para 2020 Estados Unidos sea autosuficiente en gas; después de eso vamos a empezar a exportar. Aunque hace diez años parecía que Estados Unidos iba a ser un mercado creciente para el gas, de hecho vamos a ser un exportador de gas.

— Pasemos al tema del narcotráfico. Hoy, toda la visión del Gobierno al respecto se resume a “sin Estados Unidos estamos mejor…”.

—Sí, una nacionalización de la lucha contra el narcotráfico tiene sentido; de hecho, hemos hablado y estamos hablando con los gobiernos de otros países sobre el mismo tema. Bolivia ha tomado la decisión de ir muy rápido por ese camino y nosotros hemos dicho “bien”; por eso hemos entregado los helicópteros, los aviones, otros materiales que teníamos, para que el Gobierno de Bolivia los ocupe durante el periodo de transición, mientras son usables, hasta que compren sus propios (aparatos); pero nosotros, al final del día, esperamos todo lo mejor en la lucha contra el narcotráfico porque es una batalla que nos involucra a todos. También estamos haciendo un aporte, no directamente a Bolivia, pero un aporte muy importante: en los últimos seis años hemos reducido el consumo de cocaína en Estados Unidos en 40%.

— Ésa fue siempre la acusación: ustedes nunca reducen el consumo en su propio país…

—Sí, pero estamos trabajando fuerte en EEUU contra la droga y, como le digo, hemos reducido. Ahora, uno de los problemas que enfrenta Bolivia es que más y más es un país de tránsito (de droga proveniente) de Perú, no sólo de producción. Estamos trabajando muy fuerte y muy unidos con el Gobierno de Perú contra el narcotráfico en ese país; de hecho, tenemos a la DEA y la NAS trabajando en casi todos los países de América Latina, en todos alrededor de Bolivia. Creo que el combate al narcotráfico en Brasil o en Perú tiene un impacto muy positivo e importante para Bolivia.

— A Estados Unidos, entonces, por estrategia le interesa el empoderamiento de todos los países contra el narco.

—Claro. Por qué quisiéramos nosotros gastar nuestros recursos trabajando contra el narcotráfico en todos los países del mundo, (como) ha sido en el pasado. Antes, nosotros  lideramos la lucha contra el narcotráfico en casi todos los países del planeta, ahora estamos buscando maneras de ayudar a los países a que tomen responsabilidad por su propio problema. Encontramos que Bolivia está muy avanzada en ese camino y en definitiva esperamos que salga bien, porque eso va a afectar también a nosotros, a Brasil, Perú, a todos.

— Pero si está bien lo que hace Bolivia, ¿no es contradictorio que luego de parte de su gobierno haya una calificación negativa?

—Bueno, nosotros somos requeridos por el Congreso de Estados Unidos para sacar ese reporte todos los años. Tenemos que calificar, entonces, lo hacemos lo mejor que podemos; en el caso de Bolivia, sí reconocemos. La mayoría de la gente habla mucho de este reporte, pero nunca lo ha leído, yo le sugiero que lo lea, porque allí en el reporte sí se reconoce  los logros del Gobierno de Bolivia, la reducción en el tamaño de los cocales; se reconoce, en este año, la reducción de la producción potencial de cocaína de Bolivia en 18%. Reconocemos los logros; al mismo tiempo sí vemos que hay problemas. Estamos viendo en estos días que hay problemas y vemos que hay más que el Gobierno puede y tiene que hacer.

— En la visión estadounidense del tema, ¿siempre tienen que ir unidas ‘coca-cocaína’?

—No, no tienen que ir unidas. Hemos reconocido en reportes anteriores —creo que no salió en este (año)– pero en los anteriores hemos reconocido el uso de la coca tradicional en Bolivia; no es una cosa a la que nosotros nos hayamos opuesto o que estemos luchando contra eso; pero la cocaína es otra cosa.

— Hay que partir de eso, y después ya…

—Sí.

— Hace poco, el presidente Evo Morales ha dicho que antes que kausachun coca (viva la coca)… ¿Usted sabe lo que significa kausachun?

—Claro, claro…

— Y que wayñuchun yanki (muera yanki) es el complemento…

—Pero (el presidente Morales) no lo ha dicho (el wayñuchun)…

— Cierto. Dijo ‘kausachun piña’. ¿No le recuerda eso al desarrollo alternativo de hace años…?

—Yo estoy completamente de acuerdo con el Presidente, con lo que dijo. Volvemos al tema del que estamos hablando; nosotros estamos muy contentos con el aporte que ha hecho Usaid intentando ayudar a los productores a que produzcan piña, quinua, banano; han sido temas importantes para nosotros, por ello que han llegado a ser temas importantes para Bolivia en estos años. Creo que más y más la economía de Bolivia tiene su propia fuerza, va creciendo, exportando el gas, pero también los productos no tradicionales a Estados Unidos a Europa, poco a poco van a ir exportando a otros lugares también; se van a ir desarrollando otros productos, y menos,  menos el país será dependiente del narcotráfico, que era una parte mucho mayor de la economía hace 15 años. Creo que es un proceso muy positivo el que nosotros apoyamos (antes), y que el Presidente esté hablando de eso ahora, está excelente.

Perfil

Nombre: Larry L. Memmott

Profesión: Relaciones Políticas Internacionales

Cargo: Encargado de Negocios de la  Embajada de EEUU

Datos

Larry L. Memmott está de Encargado de Negocios de la embajada desde el 14 de julio de 2012. Desempeñó funciones en las embajadas de Estados Unidos en Noruega, Chile, Uzbekistán, Ecuador y Filipinas. Habla español y ruso.

La embajada patrocinará la Caravana del Rock en Bolivia

“Por primera vez que yo sepa, vamos a ser sponsors (patrocinadores) de conciertos de rock en Bolivia, una serie de conciertos bien interesantes. Son grupos de rock de metal de El Alto y otras partes de Bolivia, que van a estar tocando las canciones de Kalamarka, el grupo folklórico”, anuncia una por lo menos rara ‘fusión’ el encargado de Negocios de la embajada estadounidense en Bolivia, Larry Memmott.

Señalando un afiche en la puerta de su despacho, Memmott explica que se trata de una “Caravana de Rock” que recorrerá “toda Bolivia, Santa Cruz, Cochabamba, Oruro y otras ciudades, y nosotros estamos ayudando a financiar esto también”.

Un poco reclamando que la entrevista no tocó para nada el tema de la cooperación cultural, anuncia que como embajada, la legación de Estados Unidos también financiará la restauración de una de las capillas del convento Santa Teresa en Cochabamba.

“Es un proyecto de unos 130.000 dólares, dentro del Fondo del Embajador para Preservación Cultural (que es como se llama este emprendimiento); es el proyecto más grande que hemos hecho en Bolivia, desde que se empieza el programa; el más grande de toda América Latina en este año. Un proyecto bastante impresionante, creo que va a ser bien bonito”, resalta el encargado.

Con el Fondo del Embajador, desde 2001 la representación estadounidense ayudó a restaurar 11 capillas en el altiplano boliviano, estableció el archivo fotográfico digital para la Fundación Quipus, el archivo de música misional de San Ignacio de Moxos en Beni, la restauración de 45 cuadros coloniales para el nuevo Museo de Arte Sacro de San Miguel de la Ranchería en Oruro, la preservación del arte rupestre en Betanzos (Potosí), la “Conservación Preventiva del Material Arqueológico en los Depósitos del Complejo de Tiwanaku”, entre otros proyectos culturales.  

Memmott no bailó en la festividad del Gran Poder —cuenta— sólo porque esos días padecía una lesión en el pie. En junio de 2012, 20 diplomáticos, entre ellos el ex Encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos, John Creamer, bailaron en la entrada paceña como parte de la fraternidad Señorial Illimani. “Recibimos cartas todos los días —cuenta el encargado Memmott— (pero) tenemos que contestar diciendo ‘mira, no podemos ayudarles porque Usaid ya no está’; sin embargo, tenemos los proyectos culturales…”.