Dicen que el pez por la boca muere. El gobierno de Evo Morales presentó anoche, exultante, el informe según el cual el consumo legal de coca necesitaría unas 20.000 toneladas métricas de la hoja para su abastecimiento.Pero sucede que, de acuerdo al informe de monitoreo de cultivos de este año, realizado por la Oficina de Naciones Unidas contra el Narcotráfico (ONNUD), Bolivia produce 45.000 toneladas métricas de coca. Lo que en buen romance significa que aproximadamente el 55% de la coca va a parar al narcotráfico (25.000 toneladas métricas).Súmese a esto que la ONU, en el mismo informe, indica que el total de hectáreas de coca en el país sería de 25.300. De lo anterior se deduce que el 45% de esa cifra sería suficiente para cubrir las necesidades de consumo tradicional.Ergo, toda la argumentación lógica señala que deberían conservarse las 12.000 hectáreas permitidas por la Ley 1008 y descartar los proyectos oficialistas de legalización de cocales.Naciones Unidas también dicen que más del 90% de la producción cocalera del Chapare es desviada fuera de los mercados legales. Lo que convierte al bastión presidencial del Trópico de Cochabamba en un auténtico narco-territorio…[email protected]