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Los 48 pasajeros que abordaron un bus de la empresa “Bustillo”, en Llallagua rumbo a Cochabamba, no imaginaron que su destino final sería el kilómetro 62 de la carretera al occidente del país, sitio en el que el motorizado se volcó de costado izquierdo, producto del exceso de velocidad.
“Estaba durmiendo y escuché un ruido fuerte. Cuando me desperté las personas que estaban conscientes empezaron a salir por las ventanas”, relató Lourdes García una de las sobrevivientes. Sin embargo su esposo no tuvo tanta suerte como ella y falleció rumbo al hospital. Al igual que él, otras cinco personas murieron y más de 20 resultaron heridas.
El comandante del Organismo Operativo de Tránsito de Quillacollo, Óscar Ayala, dijo que las investigaciones preliminares dan cuenta que el chofer excedió el límite de velocidad permitida en ese tramo.
Añadió que la intención del conductor de la flota era adelantar a un auto. Ese hecho provocó que perdiera el control del vehículo.
Fuentes extraoficiales indicaron que el chofer reportó el accidente a las dos de la madrugada y luego intentó darse a la fuga, pero los efectivos policiales lo detuvieron en la tranca de Suticollo.
Bomberos se encargó de liberar a los pasajeros que quedaron atrapados entre los fierros de la flota para trasladarlos al Hospital Viedma, la Caja Nacional de Salud y el Hospital Esperanza (Vinto).
A este proceso de traslado de las víctimas se sumaron ambulancias, buses y vehículos privados. No obstante, según los pasajeros, la ayuda no fue inmediata.
“Cuando sacamos a mi esposo de la flota estaba vivo todavía, pero hemos tenido que esperar media hora a la movilidad que lo llevaría al hospital. No ha aguantado y en el camino se ha muerto”, contó Lourdes García.
Tránsito detalló que entre los heridos también habían cerca de cuatro menores de edad.
La Policía continúa con las investigaciones para esclarecer el caso.
Fuente: Red Uno, Opinión