Roberto Ortiz*
Revisando el ranking de libertad económica de la fundación Heritage, podemos ver que Bolivia se encuentra en el puesto 158 de 178 países tomados en cuenta. El análisis de este centro conservador de investigación política estadounidense nos demuestra una vez más de manera empírica que en Bolivia reina la coerción, la corrupción y sobre todo la informalidad.Pero, ¿qué es la informalidad?La informalidad dice Enrique Ghersi, un reconocido docente peruano, es nada más y nada menos que “una estrategia de supervivencia del pobre frente al rico, del empresario contra el burócrata y del hombre libre frente a la servidumbre que impone el estado” En otras palabras, Ghersi se refiere a que las personas buscamos nuestra autonomía mediante la informalidad, una autonomía que el estado intenta tornar cada día más ilegal.En Bolivia la informalidad económica se encuentra totalmente generalizada, esto a causa de dos grandes problemas. El primero es que el derecho existente es totalmente ineficiente para la economía y el segundo es que es ilegitimo políticamente, es decir, el 65% de los bolivianos no obedece la ley y no cree en el estado de derecho como un instrumento de orden social.Este problema es muy amplio y a largo plazo podría acabar destruyendo la democracia y hasta incluso fortaleciendo el autoritarismo que hoy gobierna el país, sin embargo, la informalidad y todos los problemas a los que conlleva se podrían revertir fácilmente, dejando que los formales se hagan informales de manera espontánea, en vez de, que el estado juegue eternamente al gato y el ratón, tratando deliberadamente mediante leyes truncar a los que ingenuamente buscan su autonomía –ilegal- día tras día. ¿Cómo se lograría la informalidad de los formales de manera espontánea?Primero que nada, facilitando la entrada al mercado, reduciendo el costo de la legalidad si es posible a cero y además cortando los morosos tramites, segundo, fortaleciendo la permanencia en el mercado mediante reformas tributarias que minimicen los impuestos, cuando la gente no paga un impuesto, es porque no lo puede pagar, tercero y para terminar, facilitando la salida del mercado para los que quiebren o estafen.En resumen: para acabar con la informalidad en Bolivia se necesitan leyes eficientes porque son baratas y sobre todo legítimas porque la gente las obedece voluntariamente. ¡Por una sociedad libre!*Estudiante de ingeniería comercial