Mitos y verdades acerca de la higiene bucal

Mitos-y-verdades-acerca-de-la-higiene-bucal1Todas somos conscientes de la importancia que tiene la higiene bucal. Sin embargo, la información que circula sobre cómo realizarla adecuadamente es tan abundante, como contradictoria. ¿Te gustaría poder descartar los mitos y rescatar las verdades sobre la higiene bucal? En este post, te ayudaremos.

Mitos de la higiene bucal

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Los enjuagues bucales son la mejor opción para combatir las bacterias

Esta afirmación no es del todo cierta. Los enjuagues bucales tienen un grado de efectividad en la limpieza de nuestra boca. No obstante ello, los cepillos dentales son mucho más efectivos, en tanto alcanzan lugares a los que ni el mejor enjuague bucal podría llegar.

Los blanqueadores cambian el color de nuestros dientes

Esto es incorrecto, pues lo único que hacen los blanqueadores es eliminar las manchas dentales. De esta manera, ayudan a recuperar el color original de los dientes. Así, luego de usar un blanqueador, quienes solían lucir la blancura de sus dientes podrán volver a hacerlo. Por otra parte, el blanqueador no hará milagros con aquellos que tenían dientes amarillos: su sonrisa continuará siendo de este color.



Las caries son siempre dolorosas

Esto no es verdad. Es posible tener caries sin sentir dolor, pues estas son dolorosas solo cuando se produce una infección.

Verdades de la salud bucal

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La boca seca daña los dientes

Esto es cierto. Una boca con escasa saliva es más propensa a acumular restos de comida. Por otra parte, la ausencia de saliva también dificulta la neutralización necesaria de los ácidos que intervienen en la digestión.

Los dientes blancos no son tan fuertes como los amarillos

El color de nuestros dientes no es solo una cuestión estética. Así, se ha comprobado que los dientes blancos suelen ser menos resistentes a las caries que los amarillos. Esto se debe a que el uso excesivo de blanqueadores termina por acabar con el esmalte protector de las piezas dentales.

El agua con gas disuelve el esmalte

El agua con gas es muy rica en ácido carbónico y este ejerce una corrosión gradual de los dientes. Por esta razón, opta por el agua sin gas: estarás tomando más agua y menos aire.

Evita los malos hábitos y regálale tu sonrisa al mundo. Convierte al cepillo dental en tu mejor amigo, no uses blanqueadores en exceso, toma agua sin gas y no te sientas mal si tus dientes son un tanto amarillos: en la batalla anticaries, serán los vencedores.

Fuente: www.imujer.com