Pánico, tiros y muerte en la cola de un banco en Moreno

Argentina. Llegó un blindado y un grupo comando se abalanzó sobre los custodios para robarles las sacas con dinero. Hubo un tiroteo infernal: tres embarazadas, otra mujer y dos vigiladores fueron heridos.

Pericias. La Policía trabajó durante varias horas frente a la sucursal del Banco Supervielle donde se detuvo el blindado. Todo sucedió a sólo tres cuadras de la Comisaría 1a./ NESTOR GARCIA



Ya eran casi las 9 de la mañana y el calor apretaba de nuevo. Aunque faltaba una hora para que se abrieran las puertas, la cola frente a la sucursal Moreno del Banco Supervielle llegaba hasta la esquina. En ella mataban el tiempo como podían una veintena de jubilados y mujeres que debían cobrar asignaciones sociales. Entre ellas había varias embarazadas. En la rutina mansa de la mañana, pocos le prestaron atención al camión de caudales que estacionaba lentamente frente al banco. Cuando se abrieron las puertas y bajó el primer vigilador con una saca en la mano, un hombre mezclado entre la cola de gente sacó un arma y gritó: “Todos al piso, esto es un asalto”. Lo hizo mientras otros cinco hombres armados bajaban de dos vehículos que aparecieron de la nada y encaraban a los guardias del blindado.

Ahí mismo empezó el infierno: un tiroteo con más de 80 balazos de escopetas recortadas, fusiles FAL y pistolas 9 milímetros que terminó con un jubilado muerto y cuatro mujeres (tres de ellas embarazadas) heridas, al igual que dos de los vigiladores de la empresa transportadora de caudales Prosegur que se enfrentaron a los asaltantes.

El jubilado tenía 75 años y se llamaba Francisco Figueroa. Estaba en la cola cuando recibió un tiro en el pecho. Los médicos del Hospital de Moreno informaron después que el balazo le dejó muy comprometidos los pulmones. Fue operado de urgencia y resistió unas horas, pero murió por la tarde. Una hija que llegaba a visitarlo recibió en la guardia la peor noticia.

Dos de las embarazadas y la otra mujer herida ya recibieron el alta, igual que uno de los vigiladores. Anoche en el hospital sólo quedaba Roxana Bareiro, embarazada de seis meses, aunque los médicos dijeron que su internación era “preventiva” ya que tanto ella como el bebé están fuera de peligro. El otro vigilador herido quedó en estado delicado y fue trasladado a otro sanatorio por indicación de su ART. Tenía una fractura expuesta provocada muy posiblemente por una bala de fusil.

Mónica, una de las embarazadas heridas durante el ataque, contó ayer –tras recibir el alta médica– que los tiros salían disparados “de todos lados” y que uno de los vigiladores heridos la “salvó” porque la hizo tirarse al piso (ver “Sólo pensaba en salir viva…”).

Ante la resistencia de los custodios del blindado, los asaltantes escaparon sin llevarse nada y dejaron abandonada una Peugeot Partner blanca a cinco cuadras de la sucursal bancaria, que está a sólo tres de la Comisaría 1a. de Moreno.

En ese vehículo se hallaron manchas de sangre, por lo que se cree que entre los ladrones también pudo haber al menos un herido. Tras las primeras investigaciones, el análisis de huella en el vehículo y las imágenes de las cámaras de seguridad, la policía detuvo anoche a un hombre de 33 años que presuntamente estuvo involucrado en el asalto. Según la agencia DyN, el Grupo Halcón de la Policía Bonaerense lo detuvo en una vivienda de Moreno cerca de las 21.

El auto en el que huyeron los asaltantes sería un Citroën Picasso, según se informó extraoficialmente. Altas fuentes de la Provincia dijeron anoche a Clarín que había allanamientos en la zona de Moreno, y que en estos participaban, además de la Policía Bonaerense, efectivos de los servicios penitenciarios bonaerense y federal. Esto confirma que los investigadores trabajan sobre la hipótesis de una banda profesional, integrada por asaltantes con antecedentes carcelarios.

El Banco Supervielle emitió un comunicado lamentando el hecho y la muerte del jubilado, quien era “cliente del banco”, y difundiendo que “la entidad ha puesto a disposición de las autoridades todo el material fílmico registrado por las cámaras de seguridad de la sucursal hacia el exterior”.

Es posible que parte de ese material haya podido dar a la Policía algún dato acerca de por dónde empezar a buscar. La investigación está a cargo del fiscal Gabriel Lorenzo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 4 de Moreno, quien anoche supervisaba los allanamientos disparados tras el ataque.

El asalto a sangre y fuego se da en el marco de una violencia creciente en los hechos de inseguridad registrados en lo que va del año en Capital y Provincia, donde ya hubo 15 asesinatos durante robos y asaltos en apenas 20 días. Es, en los principales distritos del país, una muerte por la inseguridad cada 32 horas.

Fuente: clarin.com