El cigarrillo electrónico se regulará como tabaco si no demuestra efecto medicinal

Bruselas prohíbe los pitillos de sabores y relega a 2020 la prohibición de los mentolados



Un hombre fuma un cigarrillo electrónico en una calle de Barcelona. / GIANLUCA BATTISTA



Los fabricantes de cigarrillos electrónicos tendrán que justificar ante las autoridades sanitarias sus propiedades medicinales o serán sometidos a la legislación del tabaco comercial. Así lo ha aprobado hoy el Parlamento Europeo en una directiva que incluye la prohibición inmediata del tabaco de sabores y la eliminación de los cigarrillos mentolados antes de 2020. El texto, que había sido previamente acordado por la Eurocámara y por los 28 Estados miembros, supone un endurecimiento de la normativa vigente, que data de 2002.

En caso de que los productores de cigarrillos electrónicos opten por convertirse en medicina, tendrán que acreditar sus propiedades curativas y serán comercializados como una ayuda para dejar de fumar o como una alternativa al tabaco. Por el contrario, las empresas que se inclinen por catalogar su producto como tabaco convencional pasarán a regirse por la legislación aplicable al sector, que prohíbe su venta a menores de edad, y tendrán que aplicar un límite de 20 miligramos de nicotina por mililitro. La directiva, que ha sido aprobado por amplia mayoría —514 votos a favor, 66 en contra y 58 abstenciones—, reconoce el “creciente” uso de este sustitutivo del tabaco y advierte de que en la mitad de los Estados miembros la nicotina es considerada como un medicamento. En estos países los cigarrillos electrónicos no pueden comercializarse a menos que adquieran tal consideración.

La normativa también prevé cambios en el tabaco tradicional. El uso de aromas —como chocolate o frutas— quedará prohibido desde el momento en que entre en vigor y el mentolado deberá ser eliminado antes de 2020, retraso que fuentes comunitarias achacan a su “elevada popularidad”. Cualquier aroma añadido o aditivo, como vitaminas, que pueda dar la impresión de que el producto tiene efectos beneficiosos o menos perjudiciales para la salud, también será abolido. La directiva contempla la elaboración de un listado europeo de aditivos cuyo uso sí estará permitido en la elaboración de cigarrillos y de tabaco de picadura.

Además, las tabacaleras estarán obligadas que reservar el 65% de la superficie de las cajetillas para advertencias sanitarias, frente al 40% actual. Los fabricantes no podrán comercializar cigarrillos en paquetes que se asemejen a pintalabios ni añadir descripciones como slim (delgado), orgánico o natural y tampoco estará permitida la comercialización de paquetes individuales que contengan menos de 20 unidades.

Las medidas aprobadas por la Eurocámara están enfocadas a la reducción del consumo de tabaco entre menores ya que, según datos de la Comisión Europea, el 70% de los actuales fumadores se enganchó antes de cumplir los 18 años. En esta misma línea, un estudio reciente de la Organización Mundial de Salud sobre tendencias de consumo entre jóvenes de 15 años revela que, mientras el tabaquismo se redujo entre 2001 y 2005 en la gran mayoría de países europeos, entre 2005 y 2010 el consumo repuntó en 14 Estados entre los chicos y en nueve entre las chicas. El tabaquismo es la primera causa de mortalidad evitable en Europa, con 700.000 muertes al año.

La directiva aprobada hoy por la Eurocámara será previsiblemente ratificada el próximo 14 de marzo por el Consejo de Ministros de la UE. Desde que entre en vigor, los Estados miembros dispondrán de un máximo de dos años para transponerla a sus legislaciones nacionales. Su objetivo es reducir el consumo de tabaco en un 2% anual durante los cinco primeros años de implantación.

La primera regulación europea sobre tabaco entró en vigor en 2002 y ha conseguido, según datos del Ejecutivo comunitario, una reducción del 40% en los 15 países que en aquel momento formaban parte de la UE.

Fuente: elpais.com