Leyes sin Estado

Humberto Vacaflor Ganam

VACAFLOR OK Cuando los Estados han sido declarados fallidos, o simplemente han sido controlados por organizaciones vinculadas con actividades económicas ilegales, no es el fin del mundo.

En Somalia, por ejemplo, un Estado que fue destruido por organizaciones ilegales, y ha sido declarado formal y tétricamente fallido, hay leyes que se cumplen.



Es decir que cuando un Estado ha dejado de existir no se produce un vacío de normas y leyes: surgen o reaparecen las leyes de las mafias, que son leyes al fin y al cabo, quizá anteriores a las leyes de los Estados.

Un estudio hecho por la ONU e Interpol y revela que la actividad de la piratería en Somalia rindió utilidades de hasta US$ 413 millones entre 2005 y 2011.

El estudio llegó a establecer que cada uno de los asaltos piratas tuvo un rendimiento promedio de US$ 2,7 millones entre esos años.

Se ha hecho una película sobre el tema, “Capitan Phllips”, con Tom Hanks, que hace del capitán de un barco norteamericano asaltado por los piratas somalíes en el Cuerno del África.

Los piratas, en este caso, no son como los que muestra la saga de los Piratas del Caribe, con Johnny Depp haciendo de Jack Sparrow, ni tienen la compañía de Keira Knightley, pero tienen sus leyes estrictas, leyes de la mafia.

El pirata que es sorprendido consumiendo khat (una droga similar a la coca, porque es un estimulante) recibe como castigo una multa de US$ 5.000. Es que los jefes piratas han llegado a la conclusión de que quien consume mucho khat no está en condiciones para ser un buen pirata. En este caso, el estimulante provoca un comportamiento irracional, según la experiencia que recogieron lo piratas.

Las organizaciones de piratas, que son seis muy activas, han llegado a la sofisticación de cobrar a las empresas navieras un monto anual como “seguro contra la piratería”.

Las organizaciones ilegales que han controlado algunos Estados, en suma, tienden a crear instituciones parecidas a las que tienen los Estados.

Los ilegales somalíes hubieran querido desentenderse de manejar el Estado, que es un estorbo para ellos, hubieran preferido el vacío total, pero los países vecinos, todos con Estados funcionando, más o menos, pidieron formalmente que establezcan por lo menos algunas normas básicas.

Estos son rasgos de una nueva realidad que se da en el mundo. Y si sabemos observar, nos está respirando en la nuca.