Mariam Nazrala : “No siempre soy extrovertida”

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La otra cara. Cordial pero con timidez, posó para la sesión fotográfica. La obligamos ‘a vestirse de mujer’ y a contarnos algunos secretos. Su hija la asesora en moda todos los días, y encontró en el campo su solaz

Mariam Nazrala cumplió un cuarto de siglo en la televisión el 25 de enero y prometió otros 25 años más. “Cuando estuve en casa y pensé lo que había dicho en cámaras, me pregunté si cuando tenga 75 años la gente todavía me va a mirar”, se cuestiona con esa sonrisa inconfundible y sus ojos llenos de luz mientras se recarga sobre el sofá de su oficina en su medio de comunicación.



Es una profesional de las comunicaciones muy perspicaz, astuta, sagaz, atrevida, osada, extrovertida, franca, sincera, y así podemos seguir buscando adjetivos imitando sus presentaciones en los cortos publicitarios a los que nos tiene acostumbrados y que emite por el canal de su propiedad (Gigavisión). Por ello es que fue entronizada como la reina de las ventas por tv del país.

¿Podemos sacarla de aquí? Queremos verla lejos de las cámaras y las luces. Preguntamos. Asintió después de consultar su agenda. Es que la presentadora trabaja arduamente día a día. “Me encanta mi trabajo aunque genera algunas ronchas de envidia porque me va bien pues, pero las críticas me tienen sin cuidado”, dice. Y rápido cuenta: “Tengo mi propio record, he grabado 11 programas en un solo día, lo que conlleva que me he tenido que cambiar de vestuario 11 veces y retocar mi maquillaje y cabello el mismo número de ocasiones”.
Antes de salir de su ‘segunda casa’, cuéntenos un poco sobre este mundo que la absorbe de lunes a viernes.

Comunicadora y periodista
“El periodismo es mi pasión, me inicié haciendo investigaciones muy serias y creí que podía cambiar el mundo, luego por circunstancias de la vida me di cuenta que estaba arriesgando mi vida y la de mi familia. Replanteé mis objetivos y creé este estilo de ventas por tv, porque creo que falta cariño para atender a la gente, eso le propuse a algunas empresas y me lancé, ya van más de diez años y me siento mejor que nunca”, explica sobre sus 25 años de recorrido por la pantalla chica.
Empezó en canal 11, luego pasó al 13, siguió en Megavisión y actualmente es copropietaria de Gigavisión, con el 20% del paquete accionario en Santa Cruz y el 25% en La Paz. Además de presentadora es gerente general de su empresa televisiva.

Hija, esposa y madre
Mariam  mide un metro con 56 centímetros y pesa 57 kilogramos, acaba de cumplir 50 años y está orgullosa de su medio siglo. Aunque dice que tiene tres kilos de sobrepeso, no es algo que le preocupa porque sabe que los perderá rápidamente por su intensa actividad. “No hago dietas, pero me consienten demasiado con mis comidas favoritas, mi hija mayor, mi esposo y mis hermanas”.
Descendientes de emigrantes sirios ha heredado el gusto por las delicias de esa región del planeta. “Me encantan los platos típicos de la tierra de mis abuelas, aunque los mariscos también son mi perdición”, recalca. Y reconoce que no es muy amante de la cocina.
“Los fines de semana visitamos a mi papá, tomamos mate, eso sí me gusta hacer y comparto con mis hermanos y mi familia”.

Su hogar es su refugio, donde se esmera por ser madre y esposa al cien por cien. Allí es como todos la conocen, amable, sincera, sencilla pero siempre apurada por los compromisos de trabajo. Este ritmo ha sido asimilado por sus hijas y su esposo. Al punto de que su media naranja es el mayor crítico de su trabajo sin dejar de ser su gran apoyo;  igual de importante es que su hija mayor, Andrea, que sigue la carrera de comunicación estratégica y corporativa, ha asumido la responsabilidad de manejar su imagen en los diferentes programas que graba. “Es a la única que le hago caso, por las noches me alista toda la ropa y los accesorios que voy a usar al día siguiente, combina todo con mucho cuidado, es experta, me aconseja y me reclama cuando no uso o confundo las prendas que ella me sugiere”, reconoce.

Su vida es muy mediática, al punto de que en algún momento llegó a alterar el diario vivir de sus hijas, cuando eran pequeñas, porque fue duramente criticada por lo que hacía, aunque después surgieron muchos presentadores siguiendo sus pasos. “Mi esposo fue muy sabio para manejar esa situación y aconsejar a las niñas, es que yo las abandoné sin querer por mis múltiples obligaciones. Corregí eso a tiempo por suerte y ahora llevamos la fiesta en paz, aunque siempre habrán detractores y admiradores de tu trabajo, me quedo con los segundos e ignoro a los primeros”, dice convencida.

Su hogar tiene su sello, adornos de los diferentes lugares que ha visitado y recuerdos típicos de la nación de sus antepasados, ella recorre cada espacio como un torbellino, en contraposición sus hijas son muy serenas, la mayor pendiente de la  apariencia de su progenitora y la más chiquita Gretta (16 años) cuenta que es la más parecida a su mami hasta en el carácter. “Somos muy unidas, vamos de compras y nos necesitamos todo el tiempo”, señala.

Hay Mariam para rato

De repente fue tentada para ingresar a las lides de la política, pero nunca dio espacio a esa posibilidad, le gusta hacer empresa y su esencia es ser periodista. Por ello está planeando un programa de entrevistas a políticos, porque este será un año electoral en el país y eso es algo que tiene pendiente con su público.

“Soy una mujer tenaz, hago lo que me gusta, no me gusta que me pongan límites”, aclara.

“Le pido a Dios que me permita permanecer otros 25 años en la tv haciendo lo que me gusta y con la misma transparencia en mi vida como siempre, aunque nadie es perfecto, también cometo muchos errores pero lucho por superarlos cada día”.

La conductora es también la protagonista de una serie de espots llenos de humor y sátira del movimiento Revolución Jigote. “Es una campaña que pretende sensibilizar a los cruceños sobre el estado de sus aceras y la importancia que estas tienen dentro del paisaje urbano, me encanta hacer algo por mi ciudad que amo, porque todos debemos poner nuestro grano de arena”.

“No pueden hacer ponerme vestido, no se ni caminar, ni se cómo sentarme cuando estoy disfrazada de mujer, aunque sí tengo esas prendas femeninas”, ríe mientras se cambia tres veces para nuestras cámaras. Y mintió, porque desciende las gradas desde su recámara con mucho estilo y posa con gran elegancia.

Así fue la sesión con la presentadora más comercial de la tv, ‘a cien por hora’. El fotógrafo dijo: “todo ok”, y ella se enfundó en sus pantalones y salió volando, pero antes le preguntamos:

¿Cuándo descansa? “¿Cómo recargo mis pilas?,  los fines de semana visitando y compartiendo con mi padre. Después nos vamos a mi propiedad donde tengo vacas, pollos, peces, mis plantas y árboles frutales. Siembro tomates, pimentones, me ensucio con tierra, soy libre sin maquillaje. La energía del campo me llena y equilibra”

Fuente: www.eldeber.com.bo