En la situación en que estaba, abajo en el marcador, Bolívar necesitaba ir con todo en procura del empate. Incluso los zagueros subieron y le tocó a Eguino hacer el tanto
Empate. El momento preciso en el que Eguino consiguió vencer a Yarbrough para establecer el tanto del empate, que fue el de la clasificación. Wara Vargas.
La Razón (Edición Impresa) / Jaime Ayllón / La Paz
04:22 / 23 de abril de 2014
Cuando terminó el partido y Bolívar se clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores, el zaguero Ronald Eguino todavía no lo podía creer: había aportado con un gol, no con cualquier gol, porque fue el que le dio al celeste el pasaporte para convertirlo en uno de los ocho mejores equipos de esta edición del certamen.
“Es el mejor gol de mi carrera. Lo recordaré siempre. Lo dedico a mi familia, sobre todo a mi hijito”, dijo el futbolista, todavía con la voz entrecortada.
La Academia iba perdiendo desde los 5 minutos. Un resultado que puso cuesta arriba sus aspiraciones. De manera que fue al frente a tratar de equilibrar y lograr el empate. Todos los jugadores quisieron poner su granito de arena, y le tocó a Eguino. La acción comenzó con un trabajo de Arce por la derecha, mandó un centro que Ferreira —lanzándose de palomita— logró “peinar”, y la pelota le quedó justa a Eguino, que estaba en el área contraria como un delantero más
“Antes ya había subido varias veces para ganar en el juego aéreo. Eso me pidió el ‘profe’ (el técnico Xabier Azkargorta), en especial cuando se produjeran situaciones con pelota detenida. Entonces vino el centro, felizmente la peinó William y con el impulso que iba pude tocar el balón y meterlo en el arco”.
Eguino fue abrazado por todos sus compañeros, ese rato y también cuando terminó el partido. No era para menos, porque había sido protagonista de la principal jugada para los celestes.
“Este gol tiene un gran significado, porque mediante él pudimos empatar y fue en el momento justo. Uno tiene que darse cuenta de que posteriormente con él logramos la clasificación, pero que es sobre todo producto de la unidad que mantuvo el grupo en todo momento, del trabajo, sencillez y humildad con el que afrontamos este torneo”. La pregunta inevitable es a quién Bolívar prefiere como próximo rival, al Santos Laguna mexicano o al Lanús argentino.
“No interesa cuál sea, porque consideramos que como equipo estamos preparados para lo que venga. Si tenemos que volver a viajar a México, igual vamos a darlo todo. Que venga cualquiera”. Bolívar fue de menos a más en esta Libertadores. Empezó con una derrota afuera y siguió con un empate en casa, alentando a darlo por muerto muy temprano.
“Muchos pensaron que porque era un grupo fuerte (en la segunda fase) no íbamos a pasar, pero con trabajo y una dosis de suerte alcanzamos el objetivo. Y ahora, en octavos, lo mismo. Esto nos ayuda a que Bolívar siga creciendo en su historial”. ¿Hasta dónde crecerá? “No sé, lo cierto es que nuestra ambición no tiene ningún límite”.
Alegría en el camarín celeste
‘Orgulloso de ser de este grupo’: William Ferreira, capitán de Bolívar
“Enfrentamos a uno de los mejores equipos de la Copa y pudimos dejarlo afuera. Es una alegría inmensa, pero sobre todo estoy orgulloso de pertenecer a este grupo”.
‘Para mí todo esto es inolvidable’: José Luis Sánchez, lateral izquierdo
“Estamos disfrutando este torneo al máximo, porque enfrentamos y superamos a jugadores y clubes muy importantes de Sudamérica. Para mí todo esto es inolvidable”.
‘Dejamos a un grande afuera’: Nelson Cabrera, zaguero
“Contento porque, pese a sufrir, dejamos a un grande fuera de la Copa, seguimos en carrera. Todos apostaron, todos dieron y aportaron de su parte. Lo dedico a mi familia”.
Fuente: La Razón