El peso geopolítico del Mercosur

Boris Santos Gómez Úzqueda*

boris1 Análisis de las potencialidades energéticas de cada país que integra este acuerdo y el rumbo que podrían tomar para mejorar el desarrollo de sus economías

El Mercosur está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Bolivia. Entre sus objetivos están “coordinar políticas macroeconómicas y sectoriales entre los miembros: de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que se acuerden, a fin de asegurar condiciones adecuadas de competencia entre los estados parte”.



Naturalmente la energía es punto vital de cualquier coordinación en proyectos bi o trinacionales. Y se entiende como energía genéricamente a la electricidad, gas, petróleo y los hidrocarburos transados y comerciados en el marco de los acuerdos del Mercosur.

En términos de energía, Bolivia, Brasil y Venezuela son un trípode en gas y petróleo que el Mercosur debe aprovechar. Bolivia es la reserva de gas más grande, de momento, que hay en el continente. Apenas tiene un 20% de su territorio explorado y las posibilidades en nuevos reservorios shale-gas aún no fueron descubiertos. Su situación geoestratégica central lo hace accesible desde varios mercados importantes: por el Atlántico y por el Pacífico. De manera que contar con electricidad, gas y combustibles de bajo costo para incentivar la industria del Mercosur será tarea fundamental para Bolivia.

Brasil, con sus reservorios de “presal”, son parte importante, aunque faltan dinámicas financieras y logísticas para desarrollar aquel gigantesco reservorio. Brasil será un eje de soporte en energía al Mercosur. No olvidemos que tiene un consumo propio de gas y petróleo muy fuerte, entonces una vez más Bolivia y Venezuela jugarán rol central en el desarrollo de la industria del bloque regional.

Tanto Bolivia, como Venezuela y Brasil tienen el potencial de producir gas, derivados de gas, electricidad, productos petroquímicos y combustibles a partir de constituir su visión de desarrollo ligada a la industrialización a escala de gas natural. El Mercosur en breve podría ser el eje energético por donde circule toda la oferta de valor agregado del gas. Desde nuevos combustibles hasta electricidad excedentaria.

La integración y complementariedad del Mercosur pasa necesariamente por formular una visión de desarrollo histórico del Cono Sur basado en oferta de energía a bajo costo, promoviendo exploración, explotación y comercialización de gas, fundamentalmente, para que ulteriormente en valor agregado hagan de la región un motor de suministro energético continental.

La energía va a generar desarrollo económico, reducción de la pobreza y generación de ingresos fiscales, inversiones de escala y proyectos de innovación en gas, petróleo, biocombustibles.

Argentina y Paraguay, en el contexto del análisis de su situación energética, tienen la potencialidad de desarrollar inversiones en exploración de nuevos reservorios de gas y petróleo y adscribirse así como estados oferentes de energía. De momento Argentina tiene interdependencias energéticas con Brasil y Chile, lo propio que Paraguay que tiene un gran porcentaje de su matriz energética sustentada en hidroeléctricas.

El caso de Uruguay se plantea de igual forma con espectancia: de generar los mecanismos de fomento a la inversión en su propio territorio o de buscar alianzas con países del Mercosur (como Bolivia o Venezuela) bien podría ser el “puerto designado” de la exportación de valor agregado del gas boliviano a mercados de ultramar, teniendo de paso gas y electricidad a coste reducido.

Con la adhesión de Venezuela, el Mercosur se convierte en una potencia energética que suma un PIB de 3,3 billones de dólares y una población de más de 275 millones de personas. El Mercosur integra economías muy dispares, la mayor la brasileña, con un PIB de 2,4 billones de dólares, seguida de la argentina con 447.644 millones y la venezolana con 315.841 millones.

Con Venezuela, el Mercosur pasa a tener las mayores reservas petroleras del mundo, 20% del total, con más de 310.000 millones de barriles certificados por la OPEP.

*Analista de energía

Diario Las Américas