La temporada de deshielo en el Ártico aumenta cinco días por década

La duración de la época de fusión de hielo marino del Océano Glacial Ártico crece cinco días por década desde 1979, según un estudio de la NASA y el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC).

 



Además, como cada vez empieza antes este fenómeno, el océano absorbe una cantidad de radiación solar adicional que provoca que en algunas zonas se derrita la capa de hielo ártico en verano hasta un espesor de 1,20 metros.

 

“La prolongación del deshielo hace que se almacene más energía del sol en el mar y se debilite en general la banquisa o capa congelada oceánica», según la investigadora del NSIDC Julienne Stroeve, autora principal del trabajo, publicado en la revista Geophysical Research Letters.

Los científicos se han basado en datos del satélite Nimbus-7 de la NASA y de diversos satélites meteorológicos. Los resultados muestran que, aunque la época de deshielo se alarga tanto en primavera como en otoño, con un comienzo de la fusión más temprano y un congelamiento más tardío, el fenómeno predominante es el comienzo más tardío de la temporada de heladas otoñales.

 

Algunas áreas, como las de Beaufort y Chukchi se están congelando entre seis y once días más tarde por década. Sin embargo, las variaciones de comienzo de fusión son menos significativas, por el impacto en la cantidad de radiación solar absorbida por el océano, ya que la fecha coincide con una situación del sol más alto y brillante en el cielo septentrional.

 

Según los expertos, el momento en que en otoño la capa de hielo vuelve a congelarse varía de un año a otro, “lo que hace difícil para la industria planificar el momento de parar sus operaciones en el Ártico», señala Stroeve. Los investigadores analizaron mensualmente la evolución de las temperaturas superficiales del mar y los datos del albedo, como se conoce a la energía solar que reflejan el hielo y el mar.

 

También estudiaron la entrada de la radiación solar entre los meses de mayo y octubre, a partir de los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y de los satélites en órbita polar de ese organismo.

Fuente: muyinteresante.es