Vive resfriada. Pasa del calor al frío y viceversa, a diario, por sus clases de fusión, de boot camp y por sus entrenamientos para maratones. Ana Lorena Calvo Bravo tiene dos hijos y alcanzó los 40 años con una figura espectacular, resultado de un eterno romance con el deporte.
Vivió en Estados Unidos la mayor parte de su vida adulta y hace dos años llegó a vivir a Santa Cruz para recuperar el tiempo perdido con sus padres. “Pensé que sería más fácil, idealicé mi pueblo, aquí paso menos tiempo con la familia que en Miami, por mi trabajo”, asegura.
Estudió Diseño de interiores, pero el deporte es su locura, “deja beneficios a nivel físico y mental, levanta la autoestima a mis alumnas. Me siento muy bien, es mejor que despertar con resaca o con olor a pucho”, dice la atleta
NO PIERDE LA FEMINEIDAD. Siempre se la ve de ropa deportiva y cada una de ellas cuesta como mínimo 100 dólares. Renueva sus zapatillas cada seis meses por sus carreras
Fuente: www.eldeber.com.bo