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El presidente de Cuba, Raúl Castro, exigió el domingo en la ciudad boliviana de Santa Cruz, que acoge la Cumbre del G77 + China, la creación de un nuevo orden financiero y monetario internacional y condiciones comerciales justas al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio.
"Es preciso exigir un nuevo orden financiero y monetario internacional y condiciones comerciales justas para productores e importadores a los guardianes del capital centrados en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, a los defensores del neoliberalismo agrupados en la Organización Mundial de Comercio que intentan dividirnos", aseveró en su discurso en la plenaria del organismo instalada en esta ciudad del este boliviano. El mandatario recordó que sólo la unidad permitirá hacer prevalecer la amplia mayoría del bloque en la iniciativa, si se quiere que la agenda del desarrollo después del 2015 con objetivos sostenibles ofrezca respuestas estructurales a las economías regionales.
Asimismo, Castro dijo que es necesario querer el cambio que permita proponerse un progreso continuo, universal y que responda a los intereses entre los diferentes niveles existentes. La tarea es posible – sostuvo – porque como lo dijo el líder revolucionario Fidel Castro existen los recursos para financiar el desarrollo, aunque falta la voluntad política de los gobiernos de los países desarrollados. El Jefe de Estado cubano manifestó que el momento es preciso porque se amplía la brecha entre el Norte y el Sur y una profunda crisis económica global como resultado del irreversible fracaso del neoliberalismo impuesto desde los principales puestos de poder con un impacto devastador para los países del G77+China. "Se ha convertido en la más larga y compleja de las últimas ocho décadas", aseveró.
Los efectos en el plazo de los desafíos de la Cumbre del Milenio del 2000 son que 1.200 millones de personas en el mundo viven en la pobreza extrema, como el caso de África Sub Sahariana donde se pasó de 190 millones de 1990 a 414 millones en el 2010, sostuvo. El problema incluye – aseveró – que una de cada ocho personas en el mundo sufre de hambre crónica y el 45% de los niños fallece antes de cumplir los cinco años muere por mala nutrición.
En el ámbito económico – dijo – la deuda externa registra niveles sin precedentes pese a los enormes pagos y se agrava el cambio climático generado en lo fundamental por los patrones de producción y de consumos irracionales y derrochadores de los países industrializados. "Ante estas realidades conserva plena vigencia el principio de las responsabilidades comunes, pero diferencias", concluyó.
Fuente: Bolivia Tv, ABI