Detectan fallas en la prueba del «platillo volador» de la NASA

Aunque la Nasa calificó como exitosa la prueba de la nave Desacelerador Supersónico de Baja Densidad (LDSD – Low-Density Supersonic Decelerator), que se realizó el sábado en el océano Pacífico, una parte del proceso no resultó como estaba planeado.

Este experimento tenía por objetivo testear nuevas tecnologías con las que algún día se espera enviar exploradores más pesados a Marte y, eventualmente, humanos.

El sábado un globo elevó al vehículo con forma de «platillo volador», el que luego encendió su motor cohete y subió hasta casi 55 kilómetros de altura. La atmósfera de la Tierra a esa gran altitud es similar a la tenue atmósfera de Marte.



Cuando el vehí­culo se preparaba para regresar a la superficie terrestre, un tubo a su alrededor se expandió para frenar considerablemente la velocidad de la nave en su descenso, algo que funcionó en forma correcta. Sin embargo, el enorme paracaídas de 34 metros de diámetro, que debía guiar al platillo a un amerizaje en el océano falló al no desplegarse apropiadamente.

Pese a este problema, Dan Coatta, del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la Nasa, señaló que «esta es una oportunidad para que veamos los datos y aprendamos sobre que pasó y cómo aplicarlo a la próxima prueba».

«En cierto sentido, fue una experiencia más valiosa para nosotros que si todo hubiera salido exactamente de acuerdo con lo planeado», agregó.

Esta fue la primera de tres pruebas que serán realizadas para evaluar nuevas tecnologías de aterrizaje para futuras misiones a Marte.

El lanzamiento de la nave -que se realizó desde una torre en una base naval en Hawai-, había sido pospuesto en seis oportunidades por mal tiempo. Ahora, los expertos están analizando la «caja negra» del vehí­culo, que logró ser rescatada pues llevaba una baliza GPS.


Acá se ve la nave recuperada del océano Pacífico.

Fuente: www.latercera.com