CELEBRACIÓN. Autoridades indígenas prepararon rituales ancestrales para recibir el Año Nuevo Andino Amazónico 5.522, que simboliza el primer año de la «Era Pachacuti». El Lucero del Alba es otra festividad que también se celebró.
El Año Nuevo Aimara y el Lucero del Alba, fueron recibidos con ritos de espiritualidad en el Fuerte de Samaipata. Foto: Hernán Virgo
A pie, en motocicletas, en vehículos particulares o públicos, así llegaron cientos de personas hasta El Fuerte de Samaipata para recibir, unos al Lucero del Alba y otros al Año Nuevo Aimara. Las bajas temperaturas y la brisa fresca fueron ahuyentados con una fogata enorme y con bailes y cantos típicos.
La espera en las faldas del cerro fue hasta la medianoche, luego la procesión de turistas, quechuas, aymaras, guaranies y samaipateños, se trasladó a la cima de El Fuerte. Richard Alcázar, arqueólogo del muncipio de Samaipata, dijo que la celebración ha sido abierta a cada cultura. Los guaranies, chanes y arawak han recibido al Lucero del Alba, mientras que el grupo de quechuas y aimaras que llegó hasta allí celebró el nuevo año aimara.
Alcazar explicó que esta es la vigésima segunda vez que se celebra en El Fuerte el solsticio de invierno, evento al que el presidente Evo Morales comprometió su presencio pero que hasta el cierre de esta edición no había llegado a Samaipata.
La hotelería en Samaipata quedó rebasada
Samaipata recibió una avalancha de turistas que se trasladaron hasta allí para participar del recibimiento del Lucero del Alba. Los hoteles y alojamiento no dieron abastos, varias personas tuvieron que dormir en sus vehículos o acampar en las faldas de El Fuerte.
Alina Montaño, vecina, señaló que muchas familias tuvieron que recibir a los turistas en sus casas. “Como ya no había espacio en los hoteles, pedían que por lo menos se les preste baño y ducha para asearse”, dijo esta samaipateña que año tras año sube al cerro para recibir al Lucero del Alba, agradecer por las bendiciones recibidas.
Como ella, un grupo de estudiantes del colegio Naciones Unidas de El Torno, trasladó su clase hasta El Fuerte. El profesor Leocadio Venavides, con cuatro padres de familia, acompañaron a los 20 integrantes de la prepromo paraqué participen de esta actividad. “El objetivo es que los muchachos comprenden las diferentes culturas y mejor si la conocen in situ”, dijo el maestro.
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