Exfiscal Soza dice que respalda sus declaraciones con pruebas

Indica que todas sus declaraciones efectuadas ante el Conare Brasil tienen 118 pruebas recolectadas en calidad de fiscal investigador del caso Rózsa-Terrorismo.

Dice que es víctima de una disputa entre el vicepresidente Álvaro García Linera y el ministro de Gobierno, Carlos Romero.

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El exfiscal Marcelo Soza Álvarez en un café en Brasilia.

ANF / La Paz.- El exfiscal Marcelo Soza Álvarez, con refugio temporal en Brasil, aseguró que todas sus declaraciones efectuadas ante el Consejo Nacional de Refugiados (Conare) Brasil tienen 118 pruebas recolectadas en calidad de fiscal investigador del caso terrorismo, que durante cinco años no avanza en el terreno judicial.

«Yo presenté ante el Conare una carta, donde argumento con pruebas  toda mi defensa en cuanto se refiere a mi solicitud de refugio y esos elementos de prueba  ojalá sirvan para que el Conare pueda analizar la persecución política hacia mi persona por parte de los órganos del Estado y ratifique mi solicitud de refugio”, declaró Soza a la ANF.

Recientemente varios personeros de Gobierno descalificaron las declaraciones del exfiscal del caso terrorismo por haber huido para evadir procesos penales abiertos por la Fiscalía General del Estado y por múltiples denuncias de extorsión, considerando que lo correcto hubiera  sido que las denuncias la realice en Bolivia y no desde Brasil.

En una entrevista concedida a la Agencia de Noticias Fides en Brasil el 8 de mayo a las 16:35, hora boliviana, el exfiscal insistió en que es víctima de una persecución política por parte de la Fiscalía General del Estado, Órgano Judicial y del Ministerio de Gobierno, que digita todos los procesos judiciales que son de su «interés político”.

El exfiscal Soza aseguró que el hostigamiento político es producto de las disputas internas entre el vicepresidente Álvaro García Linera y el ministro de Gobierno, Carlos Romero, que terminaron por descabezarlo del caso terrorismo con acusaciones como el supuesto incumplimiento de deberes.

Dijo que a diferencia de esa situación, él presentó todas las pruebas que «son elementos contundentes” sobre el accionar de altos personeros de Gobierno y el hermano del vicepresidente, Raúl García Linera, Luis Norberto Clavijo y Carlos Subirana, que definían las acciones de la justicia y del Ministerio Público.

En su declaración ante el Conare de Brasil aseguró que era inexplicable para todos el porqué en algunos casos en los que no habían pruebas de ningún tipo, la persecución fue inclemente, mientras en otros casos que verdaderamente tenían vinculaciones no se hizo absolutamente nada. Sostuvo que «la Policía fue el instrumento para amedrentar a la dirigencia cruceña y éste fue el cáncer que destruyó la investigación”, así como la ambición y el poder ilimitado de las autoridades, que cuando detienen a una persona, la vida ya depende del Gobierno y no de uno mismo.

En torno a su salida de Bolivia, el exfiscal demandó a las autoridades de Gobierno a que demuestren con pruebas que fue ayudado por los considerados separatistas e implicados en el caso terrorismo. Admitió que durante la etapa de investigación se cometieron graves errores no atribuidos al trabajo de la Fiscalía, sino a la injerencia del Gobierno sobre los jueces y fiscales que actúan según mandatos del Ministerio de Gobierno.

Dijo que una prueba es que cualquier declaración que una persona realice desde la cárcel  es una amenaza para la vida de quien la formula o de sus familiares, y aseguró que ésa fue su convicción a tiempo de salir de Bolivia en marzo pasado, rumbo a Brasil, donde espera la concesión de refugio político indefinido.

La Agencia de Noticias Fides difunde la primera parte de la entrevista realizada la tarde del 8 de mayo pasado en Brasilia al exfiscal Marcelo Soza

Excomandante no sabía del operativo

El excomandante de la Policía  Víctor Hugo Escóbar  informó que su persona desconocía del operativo realizado por la Unidad Táctica de Resoluciones de Crisis (UTARC) en el hotel Las Américas de Santa Cruz el  16 de abril de 2009, donde abatieron a tres de cinco miembros del supuesto grupo irregular liderado por Eduardo Rózsa.

Dijo  que no se le informó de esta actividad por ser un caso  delicado para la seguridad del Estado, pero sostuvo que luego de realizarse la intervención y de conocerse los muertos, recién le pasaron el informe de cómo se procedió en el operativo policial. «No es regular, simplemente como decía quizás por la delicadeza del trabajo, del seguimiento, querían conservar la información, el seguimiento, la planificación, yo presumo por esa situación, porque si hay un director nacional que investiga y además hace el seguimiento, entonces ellos por mantener en reserva y que no se fugue ningún indicio de información quizás ha llevado adelante de forma totalmente reservada”, expresó Escóbar. ANF.