La Guardia sin Dios ni ley

Santa Cruz. Líos políticos afectan el desarrollo de esta región del oriente boliviano. Dejó de ser considerado un municipio modelo para ser escenario de conflicto.

imageEL DÍA, Santa Cruz, Bolivia

Ref. Fotografia: El edificio municipal tiene al estricto resguardo de la policía desde hace dos semanas. Nadie puede ingresar ni salir de la Alcaldía.



Sin Dios, ni ley y sin gobernante, así se encuentra el municipio de La Guardia desde hace dos semanas.

El considerado por muchos años atrás el municipio modelo en el país, por su limpieza, orden, desarrollo y gobernabilidad estable, se ha convertido en los últimos años en el escenario principal de los conflictos de partidos políticos que buscan copar el poder de la Alcaldía.

Efectivos policiales que el año pasado, en el mes de junio, se constituyeron como los dueños del edificio municipal, en esta gestión vuelven a colocarse como la única autoridad que permanece en la Alcaldía, pero en calidad de resguardo del lugar, dado que desde los enfrentamientos del lunes 9 de junio, nadie gobierna en La Guardia.

Problemas. Jaime Cabrera y Rolando Romero, ambos concejales que asumieron el sillón municipal como alcaldes interinos, buscan probar ante las autoridades nacionales ser el burgomaestre legalmente establecido.

Pero mientras eso sucede, vecinos se quejan del abandono de los proyectos, mantenimiento de las calles de los barrios y el aseo urbano por esta región. «Yo quisiera que vayan a ver cómo están esas calles, con los basureros rebalsando. Los canales de drenaje están trancados, no hay limpieza, cuando llueve nos estamos inundando», dijo una comerciante del mercado principal del municipio que pidió no ser identificada por temor a represalias.

De igual manera un mototaxista cuestionó a los munícipes por la falta de refacción y mantenimiento de las calles y principalmente la doble vía a La Guardia.

Papeleos. Ni Cabrera ni Romero están gobernando desde el último enfrentamiento. Cabrera asegura que en la siguiente semana retomará su cargo demostrando que es la única autoridad principal del órgano ejecutivo del municipio.

A su turno y de forma paralela, Romero informa que se encuentra recabando documentación para presentar al Ministerio de Autonomía y demostrar su legalidad. «Yo les voy a demostrar que estoy en el cargo porque así lo decidió el Concejo Municipal», dijo.

Pero el órgano ejecutivo no es el único con problemas, pues hay dos grupos de concejales que sesionan en diferentes lugares y aseguran tener legalidad. uno de ellos apoya a Cabrera y otro a Romero, este último se encuentra trabajando desde la Subalcaldía del kilómetro 9 del municipio.