Amistad y negocios compatibles con el éxito

amistad-negocioLas reglas son el principio de grandes excepciones. Lo confirman ocho mujeres que se atrevieron a mezclar la amistad y los negocios; y que a lo largo de los años han aprendido a caminar cuesta arriba alcanzando el éxito y muchas satisfacciones.

Las damas de la decoración

Despúes de 18 años trabajando juntas en Arte y Diseño Complemento SRL, Chichi Perrogón y Erika Bruckner hablan como si fueran una sola persona.



Con las mismas palabras, pero por separado, responden esa pregunta que quienes las conocen hacen con frecuencia. ¿Cómo es que han sobrevivido como socias y amigas por tantos años?.
“Desde la universidad siempre prima nuestra amistad, incluso sobre los negocios”, dice Perrogón indicando que esto lo aplica a todo momento, sobre todo en aquellos en que la tensión puede generar fricciones en el trabajo.

Para ellas, la experiencia de su emprendimiento en diseño de interiores les ha enseñado que cuando el ambiente de la oficina se torna eléctrico tienen que sacar a relucir el cariño, y el respeto que se tienen mutuamente.
Sonrientes y sentadas tras un enorme escritorio, Bruckner apunta que no callarse nada y ser honestas es otra de las claves para cimentar una relación de hermanas y socias.

“Fuera del trabajo no hay que dejar de compartir, de ser amigas. “Los cafés para conversar, los domingos entre las familias, las reuniones con los círculos de amigos en común… no deben quedar de lado”, concluye ella.

Un dúo de acero

Hay empresarias que trabajan en tacones y trajes semiformales, pero Nikky Bonilla y Skarlem Díaz los cambiaron por botas de seguridad punta de fierro, gafas, casco y  uniforme jean para montar su negocio propio, SK Adquisiciones y Servicios SRL.

Desde hace siete años se dedican a la distribución de insumos petroleros, y recientemente, incursionaron en la prestación de servicios a empresas del rubro. Sin embargo, su amistad se consolidó mucho antes.

Una amiga en común las presentó hace más de una década y pese a que no estaban en la misma universidad se hicieron amigas de inmediato.
“Con el tiempo llegamos a ser colegas de trabajo. Hasta que nos arriesgamos a ser independientes”, relata Bonilla que se emociona recordando que empezaron inscritas a Fundaempresa, contando con un NIT,  una oficina improvisada en su cuarto, ideas y el dinero que puso su primera socia inversionista.

Tenían muchas obligaciones con la familia, cuenta ella, por eso administraron el negocio de terceros hasta que solo se dedicaron al suyo, cuando ya podían pagarse un sueldo a sí mismas.
Sin perder su carisma femenino, aprendieron a adoptar cierta rudeza que ellas llaman ‘de obrero’ para moverse en un ámbito donde predomina lo masculino.

Para Díaz cada una hace lo que mejor sabe. Bonilla como cabeza gerentando la empresa y ella coordinando el área comercial. “No hay celos profesionales entre nosotras, ni aunque nuestros clientes prefieran tomar más contacto con una u otra”, añade.

Tampoco hay cabida para la pereza y la ambición, confiesa ella, diciendo que desde un principio hay que llevar las cuentas claras. Estableciendo las funciones, responsabilidades y hasta el porcentaje de las ganancias de cada una por escrito. Nada queda en palabras sueltas.

Muñecas del diseño gráfico

La carga del trabajo no siempre se divide por igual. Eso les consta a Marcela Rivera y a Andrea Cuadros, diseñadoras gráficas y dueñas de su propio estudio de diseño Muñeca inflable.
“Hay días en que el peso recae más sobre una de nosotras. La idea es que la otra esté ahí para apoyarla”, manifiesta Rivera aclarando que en un equipo el esfuerzo es variable, pero siempre se compensa.
Ellas dicen ser como un matrimonio desde hace cuatro años. Antes de darle vida a su iniciativa fueron compañeras de trabajo. Así se llegaron a conocer.

Cada una tiene un talento y una personalidad distinta, pero una  meta en común según relataron a Para Ellas. “Empezamos nuestro negocio porque queríamos hacer algo diferente y porque confiamos en la habilidad de la otra. Esa es nuestra mayor afinidad”, dice Cuadros.

En un ambiente laboral donde la creatividad reina, los horarios de entrada y de salida los determinan sus responsabilidades añade ella, que cree que no hay mayor satisfacción que estar hombro a hombro con tu socia en los negocios y la vida.

Socias de la fotografía

No hay Carly Banegas sin Anelhi Fernández, ni viceversa; sobre todo en la fotografía. Media vida juntas desde la infancia y cuatro años de sociedad se lo han dejado en claro a ambas.
Anelhi, ingeniera en marketing y publicidad, fue la primera en darse cuenta de que el hobbie de su mejor amiga, abogada, era un negocio prometedor.

“Yo necesitaba hacerme unas fotos para una revista, y le pedí a Carly que me las haga. Apenas vi el resultado le dije que debería dedicarse a eso. Ella me respondió que estaba loca, que nadie pagaría por eso”, relata ella diciendo que le insistió tanto que al final terminó por convencerla.

Un mes más tarde las contrataron para hacer una sesión fotográfica. En ese entonces solo contaban con una cámara, un solo lente y luces prestadas de otras amigas; a diferencia de hoy que tienen un estudio totalmente equipado.

Emprender juntas no fue tan fácil. Dejaron los trabajos y sueldos fijos que tenían en paralelo, pero nunca miraron hacia atrás. La confianza y el respeto también para ellas ha sido clave en su éxito como dúo.
Se definen como personas totalmente diferentes. Más allá de que una Anelhi sea rubia y Carly morena, una es tranquila y clásica. Mientras que la  otra es explosiva y moderna.  Se complementan.

Quienes han visto sus fotografías saben que tienen algo único. Eso que Carly define como su sello personal. “Nosotras contamos historias verdaderas, no esperamos que sean perfectas sino que perduren para siempre. Eso es magia”, dice explicando el estilo espontáneo de sus retratos.

Se han especializado en bodas, lo que les ha sumado reconocimiento luego de que se lanzaran como fotógrafas de moda; dicen que fue a pedido de otra amiga que tomaron las primeras fotos de un casamiento, y que tras que se publicaron, el teléfono no ha parado de sonar

Fuente: www.eldeber.com.bo