Sólo necesitas ponerte una bata y sentarte en una silla que acaricie a tu vagina con el vapor de las hierbas medicinales.
Un baño de vapor puede ser terapéutico, frívolo, placentero o más aún, hedonista. El vapor tiene la extraña habilidad de penetrar en cada poro y recorrer cada rincón del cuerpo, para de esta forma, relajarte. Un par de sales aromáticas y un dulce sabor que hará que tu día se convierta en un relax total. Solo necesitas dejarte sentir, pero ¿qué pasa con una parte esencial en las chicas también requiere de un trato especial? Claro, tu vagina.
Que placentero, imaginar esa sensación de calor y humedad acariciando no sólo tus piernas, también relajando a tu vagina. ¡Anímate!
De acuerdo con el sitio sexlecciones.com, los baños de vapor vaginales tienen su origen en una antigua tradición coreana, donde se conocen como Chai-Yok. Según las fuentes, en Corea, muchas mujeres recurren al Chai-Yok al terminar su menstruación, pues tienen la creencia de que estos baños reducen el estrés, eliminan las hemorroides, regulan el período menstrual, contribuyen a la sanación de problemas del riñón, combaten infecciones vaginales y hasta ayudan a la fertilidad.
Aunque todavía no se ha comprobado la eficacia del Chai-Yok, se cree que las hierbas medicinales que se utilizan, artemisa y ajenjo, crean un efecto positivo pues tienen propiedades antiinflamatorias, analgésicas, desinfectantes y antimicrobianas, tal como lo señala el portal siempremujer.com
¿Suena bien? Pues sólo tienes que acudir a un spa que ofrezca este servicio, ponerte una bata y sentarte en una silla que acaricie a tu vagina con el vapor de las hierbas medicinales. Eso sí, antes de someterte a un tratamiento como éste no olvides consultarlo con tu ginecólogo, quien sabrá mejor que nadie si es conveniente o no para ti, en especial si estás embarazada.
No sobra decir que debes asegurarte de que el lugar cuente con estrictas medidas de higiene para prevenir cualquier tipo de infección.
¿Te gustaría probar?
Fuente: de10.com.mx