Transparencia y pacificación

Emilio Martínez*

rouge et noir De acuerdo a datos estadísticos del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), en los últimos años Bolivia se ha sumido en una verdadera crisis de conflictividad, que incluso sobrepasa puntos álgidos históricos como los del régimen del general Torres o la UDP.

En ese contexto, urge repensar mecanismos de pacificación social. Buscando casos exitosos a emular, comentábamos en un artículo anterior el del municipio de Cotoca, que pasó en pocos años de sufrir pugnas violentas a una sólida estabilidad, en buena medida gracias a la política de transparencia puesta en práctica por su gobierno local.



Esto nos lleva a reflexionar sobre el valor de la transparencia como herramienta de pacificación, en consonancia con la definición que el Banco Mundial da de la gobernabilidad, entendida como un estilo de gobierno caracterizado por un mayor grado de cooperación e interacción entre el Estado y actores no estatales.

Precisamente, esta cooperación entre sector público y sociedad civil aparece sustentada en la experiencia cotoqueña en una fiscalización abierta de los proyectos y programas municipales, mediante mecanismos de evaluación y planificación incluyentes, con una alta participación del Control Social.

Esto permite fortalecer la confianza de la ciudadanía en las acciones del gobierno local, lo que se traduce en una reducción de tensiones y una menor conflictividad.

Son lecciones que podrían servir no solo para el ámbito municipal sino también para el nacional, donde la gobernabilidad social necesita un nuevo modelo de gestión pública, alejado por igual del voluntarismo, la discrecionalidad y las prácticas autoritarias.

*Escritor y analista político