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“Era la fiesta de Compadres y yo volvía en mi carro, un Mitsubishi Montero, a mi casa, cuando una mujer choca y bien vestida que estaba frente a la puerta de una discoteca de El Prado me hizo una señal para que frene”, cuenta una de las víctimas de Haydée Marca Aruquipa alias La Viuda Negra, La Fabiola y La Hayden.
El hombre frenó su vagoneta y la rubia se subió diciéndole: “¿Te invito una cerveza?”. Los vehículos que estaban detrás de su Montero tocaban bocina y la víctima arrancó. Luego aceptó la cerveza que estaba con un psicotrópico y a los 10 minutos sintió mucho sueño y ganas de vomitar.
“Le dije cómo me sentía y ella me pidió que me estacione a un lado del camino”, recordó la víctima. No se había dado cuenta que otro carro blanco los perseguía y que, en cuanto estacionó la vagoneta, tres hombres salieron del otro vehículo y le dieron una brutal golpiza que le causó la pérdida de piezas dentales y fisuras en sus costillas.Los delincuentes huyeron con su vagoneta. El asalto sucedió hace más de dos años y el denunciante se encontró en Diprove con otras víctimas más, a las que La Viuda Negra y su banda les habían robado un Nissan Terra y una vagoneta Ford Explorer. Desde entonces, la primera víctima no cesó en la búsqueda de la mujer.
“Me tocaron buenos policías investigadores, pero siempre los cambiaban de destino y no se podía avanzar”, recuerda. Por eso decidió investigar por sí mismo. Logró indagar, por ejemplo, que hay pildoritas que solo se dedican al robo de autos y gente del hampa las identificó como La Ojosa y La Hayden. Cuando vio sus fotos, descartó a la primera y reconoció a la segunda. El hombre averiguó su nombre completo, fue a la FELCC a averiguar si tenía antecedentes delictivos y su registro estaba limpio, pero por otro lado confirmó que sí era buscada por la justicia por el robo de vehículos en 2006 y 2007 y que estuvo en la cárcel.
También indagó que Haydée Marca Aruquipa fue dada de baja de la Escuela Básica Policial (Esbapol) por robo, que su expareja es un sargento de la Policía que se encargaba de avisarle de operativos, allanamientos a sus casas y de limpiar sus antecedentes. Pese a ello, él continúa trabajando en la Policía. El esposo actual de La Viuda Negra es parte de su banda y golpea a las víctimas dopadas. Y ella cambia de apariencia tiñéndose el cabellotodo el tiempo. “Le dí esa información a Diprove y en un excelente trabajo con la Fiscalía, la capturaron y ya la reconocí, las otras víctimas ya vienen”. Según el abogado Ludwig Ledezma, entre sus víctimas hay jueces, profesionales, médicos que no quieren dar la cara por miedo a perder a sus familias.
Fuente: Red Uno, Opinión