Denuncias avivan la fricción entre la cúpula y subalternos en FFAA de Bolivia

Molestia en militares de bajo rango. Suboficiales dicen que militar prófugo todavía cobra su salario y que generales retirados tienen personal a cargo.

Denuncias avivan la fricción entre la cúpula y subalternos

imageAl interior de las FFAA aún hay roces y tensión a poco más de dos meses de las protestas de los subalternos.



EL DEBER, La Paz

No todos los miembros de las Fuerzas Armadas (FFAA) festejaron el nuevo aniversario de su institución. Y es que algunos dicen que no hay nada que celebrar. En ese descontento, los subalternos salen nuevamente a la palestra y denuncian actos de corrupción en las fuerzas militares. La cúpula evitó pronunciarse, aunque algunos oficiales reconocen que existen “algunas irregularidades” al interior de la institución armada.   

Un grupo de suboficiales denunció dos actos irregulares al interior de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB). El primer hecho es que en la lista de destinos de las Fuerzas Armadas de esta gestión aparece el nombre del mayor Marco Antonio Calvo Zárate, oficial que se encuentra prófugo de la justicia militar tras ser acusado de robar municiones de un cuartel de la ciudad de El Alto, en 2007.

Este oficial, según la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, no debería aparecer en la orden de destinos, ya que su caso no se resolvió y la normativa prevé dos años en la lista a los militares que se encuentran en procesos. Zárate está procesado desde 2008, por lo que debió ser depurado en 2010.

“Lo peor es que al entrar a la orden de destinos aún estaría cobrando su salario; a nosotros por reclamar derechos nos quitan el salario automáticamente, es una injusticia”, reclamó un suboficial que no se identificó por temor a represalias.   

Generales beneficiados

El otro caso se refiere al destino de personal subalterno a generales que pasaron al servicio pasivo. Hay tres casos: los generales Carlos Bejar, comandante en jefe de las FFAA en 1997; Liborio Flores, comandante de la FAB en 2012 y actual embajador de Bolivia en Argentina; y Walter Montecinos, comandante de la FAB en 2013, todavía tienen personal militar y civil a su servicio bajo la excusa de “comisión”.

“Este sí es un hecho irregular, un comandante que pasa al servicio pasivo no debería tener personal a su servicio”, reconoció una alta autoridad de la cúpula de las FFAA que prefirió no identificarse.  

Esta supuesta “comisión” aún figura en la orden de destinos 2014 de las FFAA. “Los camaradas trabajan como choferes o tramitadores, los explotan”, criticó un sargento.

EL DEBER intentó conocer la posición de la FAB. El inspector de esa institución, general Luis Villagómez, encargado de investigar estos actos irregulares, truncó en dos ocasiones la entrevista.

Luego se intentó conocer una versión de la Inspectoría del Comando en Jefe de las FFAA, pero en esa repartición pidieron que se envíe una carta al comandante en jefe de las FFAA, Víctor Baldivieso. La misiva se entregó el 5 de agosto y no hubo respuesta.