La mitad de 5.000 estudiantes dice consumir alcohol o droga en Santa Cruz

Los hijos toman vía errada por las fallas de los padres.El dato es un adelanto del estudio que la Defensoría de la Niñez y Adolescencia divulgará pronto de forma integral. Hay prevención, pero la DDE pide a la Alcaldía instalar cámaras en los colegios

imageEsta familia fue arrestada el jueves por la Felcn acusada de vender droga al raleo en los colegios.



EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia

Un 50% de los 5.000 estudiantes adolescentes consultados en varios centros educativos de la capital cruceña admitió consumir bebidas alcohólicas o algún tipo de droga, como marihuana, clefa, cocaína y fármacos. El inquietante dato ha sido obtenido en una investigación, aún inconclusa de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, con el fin de contar con un estudio real y actualizado sobre una serie de problemas que sojuzga al estudiantado de Santa Cruz.

“Un 50% de adolescentes, si no es más, consume alcohol o drogas, no dentro de los colegios sino que pertenecen a centros educativos a los que hemos llegado con nuestro trabajo investigativo”, señaló Rossy Valencia, directora de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, añadiendo que los resultados del sondeo se publicarán pronto de forma integral, con las propuestas para buscar soluciones.

La prevención no basta

La Defensoría exhibió datos sobre 2.881 talleres realizados en lo que va del año en colegios de los 15 distritos municipales y el área central, llegando a una audiencia de 151.221 personas, entre estudiantes, padres de familia y profesores, en temas de maltrato infantil, abuso sexual, violencia intrafamiliar, deberes y derechos, pandillas, bullying, acoso escolar, prevención de consumo de drogas y otros.

Asimismo, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) ha capacitado a los directores distritales para que estos, a su vez, repliquen lo aprendido a los directores de unidades educativas para saber cómo actuar cuando se presenten casos de droga. El mayor Jhenrry Pórcel, de la Felcn, informó de que la unidad, este año, ha dado charlas preventivas a estudiantes de 80 colegios de la urbe y de pueblos aledaños.

Pese a los esfuerzos de prevención, las malas influencias no merman en los colegios. La Felcn ha aprehendido, este año, a 56 alumnos de 65 centros hallados con sustancias controladas o consumiéndolas. Asimismo, Franklin Alcaraz, extitular del Centro Latinomamericano de Investigación Científica (Celin), indicó que el consumo de alcohol en los escolares es más alto que en otros grupos sociales, hecho que incide en el rendimiento escolar y apunta a que las autoridades no están haciendo lo suficiente en esta materia.

La Policía no tiene un plan específico para garantizar seguridad en los recintos educativos, aunque patrulla de vez en cuando. “Dentro del Plan Chachapuma hacemos tarea de prevención en coordinación con las unidades educativas y si pillamos a algún alumno con sustancias controladas, lo derivamos a la Felcn”, dijo Juan Carlos Arauco, subcomandante de la Policía.

Un peso para los directores

“La DDE no ha firmado ningún convenio con la Policía para que ingrese a controlar en las unidades educativas, solo hemos quedado en que nos puede colaborar en los perímetros para desterrar la droga, pero la responsabilidad mayúscula la tienen los directores. Nuestras normas son claras, nadie puede ingresar a los colegios mientras no sea con permiso de los directores basado en un reglamento interno”, explicó Salomón Morales, titular de la Dirección Departamental de Educación (DDE).

La autoridad educativa añadió que la influencia de las pandillas en los estudiantes es preocupante y el bullying, según cree, ha disminuido, pues hasta su despacho solo han llegado tres casos graves este año.

A decir de Morales, la Alcaldía puede aportar a la seguridad en los colegios redoblando la presencia de gendarmes municipales e instalando cámaras de seguridad, conforme a la ley Avelino Siñani -Elizardo Pérez. Aseguró que forzará una reunión con los municipios para hablar del tema.

Rossy Valencia advirtió que el consumo de drogas y la participación de los estudiantes en pandillas muchas veces es un camino equivocado sin retorno, porque la rehabilitación es complicada y porque los adolescentes, si bien es cierto que no tienen responsabilidad penal, son infractores que pueden perder su libertad

  PROBLEMÁTICA 

UNIDADES EDUCATIVAS

Según la DDE, el departamento de Santa Cruz tiene 3.200 centros de educación, de los cuales unos 120 son particulares y alrededor de 36 son de convenio.

PROHIBIDO DEJARLOS FUERA

La DDE emitió una circular que indica que en ningún caso los estudiantes deben quedarse fuera del colegio, aún los que llegaran tarde, pues se exponen al peligro.

POCOS GENDARMES

En algunos módulos educativos se evidenció la presencia de un gendarme para cuidar la infraestructura y para vigilar en algunos casos hasta 1.000 estudiantes.

LAS SANCIONES

La inconducta estudiantil se puede castigar con suspensiones temporales y hasta expulsiones.

Los hijos toman vía errada por las fallas de los padres

LO DICEN ENTENDIDOS EN LA MATERIA.Muchos progenitores se desatienden de los chicos. Un indicador son los miles de denuncias por inasistencia familiar. Necesitan doctrina para saber educar

imageLos estudiantes son vulnerables a la salida del colegio. La Policía hace algunos patrullajes, pero no son suficientes ni llegan a todas las unidades.

BERTHY VACA JUSTINIANO, EL DEBER, Santa Cruz

Autoridades que lidian a diario con adolescentes infractores, víctimas de la droga o de grupos negativos (pandillas) han llegado a la conclusión de que el mal comportamiento es, en primera instancia, consecuencia de fallas en el núcleo familiar del niño, adolescente o joven, en este caso los padres, los tíos, los abuelos o tutores.

El jueves por la tarde, un profesor sacó del aula a dos alumnos del ciclo secundario de la unidad educativa 18 de Marzo y los llevó a la dirección para que de ahí llamaran a sus padres para ponerlos al tanto de su mal comportamiento. “Llame a sus padres para que vengan a enterarse de la inconducta de estos chicos, que es todos los días, y no traen su agenda para comunicarles a sus padres”, pidió el maestro a la regente.

“La ausencia de los padres y la falta de comunicación con sus hijos es notoria. El azote de las pandillas ha disminuido con relación a otros años en este colegio, pero hay gente que vende droga por entre la verja a los alumnos. Asimismo, hay chicos que se aíslan deprimidos por problemas familiares”, manifestó Gabriela Muguértegui.

La familia, pilar clave

Rossy Valencia, directora de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, manifestó que en las intervenciones realizadas durante años en los centros educativos, la variable que más interfiere para que el adolescente caiga en las drogas, pandillas, mal aprendizaje o esté al borde de que lo expulsen, es el tema de la relación familiar.

“Al fallar la familia prácticamente repercute en el desarrollo integral del adolescente. Existe mucha ausencia de los padres, y estamos hablando no solo de familias pobres sino de clase media y bien establecidas. La carencia afectiva, la falta de comunicación asertiva, el mal ejemplo en principios y valores, repercute negativamente. Ninguna institución puede ejercer el rol de la familia, porque el afecto viene de los padres. Solo basta mirar las estadísticas de la Defensoría y vemos que la incidencia mayor es la inasistencia familiar. Si cruzamos esta variable hay un padre ausente en cuanto al afecto, por lo que se refleja un sentimiento de no pertenencia a la familia”, dijo Valencia.

Según las estadísticas de la Defensoría, la asistencia familiar lidera con creces las demandas de riesgo social a los menores y las mujeres.

En 2008 se recibieron 1.320 casos; en 2009, 2.173; en 2010, 2.515; en 2011, 2.410; en 2012, 3.353; el año pasado, 5.073 denuncias, y, en lo que va de 2014, 3564.

La confianza sobre todo

Para el pedagogo Álvaro Puente, es indispensable una relación profunda dentro de la familia para llevar por buen camino a los hijos.

“La relación profunda va acompañada en formación de valores, los hijos tienen que aprender a respetar a los demás, a tener coraje para seguir adelante aunque las cosas sean difíciles; si lograremos esto normalmente habremos superado los problemas de delito, drogas, etc.”, manifestó Puente.

En cambio, Fernando Rosso, secretario de educación de la Confederación Nacional de Juntas Vecinales de Bolivia, cree que la degradación juvenil no es atribuible directamente a los padres sino al sistema de vida en nuestro país.

“Es un problema estructural, no coyuntural, falta trabajar en la familia, complementar en las escuelas, capacitar a los maestros y a los padres para saber qué hacer con los chicos. Hemos perdido los valores e incluso el temor a Dios. Se debe hacer un pacto con todas las instituciones, las iglesias incluidas”, sugirió Rosso

  Claves para la crianza 

La relación familiar

El hijo tiene que confiar en sus padres, no temerles sino respetarlos. Si los valora, la mitad de la batalla está ganada.

LA CONFIANZA PATERNA

Los padres tienen que creer en sus hijos, pero deben estar muy atentos a los síntomas que aparecen.

A TEMPRANA EDAD

En la conciencia de un niño de tres años tiene que estar grabado que hay límites, lo que supone el respeto a los demás.

AMPARO FAMILIAR

La familia no siempre son los padres. Un tío, un abuelo puede ser la figura paterna para un niño y viceversa para las niñas.

COMPROMISO

Los padres deben renunciar a temas personales y dar prioridad a los niños, a cuya edad cualquier equívoco se subsana.

Hay que buscar el error en nuestras casas

Franklin Alcázar – CONSULTOR INDEPENDIENTE

Ocuparse de la delincuencia, de la drogodependencia, del abandono escolar o del problema de las pandillas como si fueran fenómenos aislados,  es cometer un error; el problema es social y nace en el seno familiar.

Estamos en un proceso acelerado de perder los valores que nos inculcaron nuestros padres y nuestros abuelos. Ahora en la sociedad boliviana parece que los padres se han olvidado de la existencia de los hijos, y los hijos se han olvidado de la autoridad de los padres, entonces han adquirido una especie de libertinaje, que hace que todos los niños y adolescentes prácticamente no tengan control de parte de la familia y actúen como si fueran autosuficientes.

Ahora se le echa la culpa a la televisión, a la influencia de los medios, de la gente que viene de afuera, pero creo que solo es la punta del iceberg. Hay que buscar el error, las deficiencias en nuestra propia casa, empezar a vernos en el espejo especialmente los padres, tíos, abuelos que, con cierta condescendencia y hasta con burla, vemos el mal comportamiento de los hijos y no les llamamos la atención.

Es cierto que cuando en la familia no hay la suficiente influencia moral, ética y fortaleza, la droga y las malas conductas de grupo encuentran un campo fértil en los jóvenes. Lo lamentable es que no estamos formando a los niños de una manera que tengan tal fortaleza como para que los estímulos malos que entran a la familia sean rechazados automáticamente.

Como hallan un terreno fértil, la situación evoluciona, explota y hace que estos niños sean proclives a la delincuencia, al bullying, a la droga y al alcohol, que es la droga de mayor consumo en el país y no tiene freno en lo absoluto. Es peor que eso, los padres fomentan la ingesta de alcohol; conozco padres que les encanta hablar con sus hijos cuando están borrachos