Santa Cruz. La Policía frustró el hecho tramado por la esposa de un comerciante sedienta de venganza. Los esbirros pensaban matar al hombre y a la señora por dinero.
El de la izquierda es Eladio Huampo C., al medio los colombianos que son indagados por otros hechos, y la presunta autora intelectual del caso. Foto: Berthy Vaca J.
EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia
Una mujer supuestamente contrató los servicios de matones para vengarse del marido por comportamientos que ella consideraba agraviantes, pero la Policía se adelantó a los hechos y capturó a la despechada y a tres hombres que presuntamente iban a perpetrar el ataque en la vía pública para que pareciera un robo agravado de dinero, según fuentes oficiales.
Los aprehendidos fueron identificados como María Soledad Justiniano Suárez, Eladio Huampo Campo (alias ‘Chamán’) y los colombianos Edul Famir Erezo Cortez (alias ‘Negro’) y Érick Ericson Ericson, con antecedentes delictivos en Colombia y en Bolivia.
Jugó con fuego
El ministro de Gobierno, Jorge Pérez, explicó que el objetivo es un próspero comerciante con la relación conyugal deteriorada a raíz de que había recurrido a un examen de ADN para verificar científicamente la paternidad de uno de sus hijos. Por si fuera poco, la esposa no ocultaba su enojo por haber hallado entre la ropa del hombre la factura de un motel, además de que la mesada disminuía cada vez.
De ese modo, la mujer decidió ‘asustar’ al marido y recurrió a ‘Chamán’ y este, a su vez, apalabró a los colombianos para hacer el trabajo. La idea era que todo pareciera un asalto común y para tal fin María Soledad supuestamente dio información a los matones sobre el movimiento de su pareja y sobre los Bs 200.000 que estaba trasladando en un vehículo.
Todo debía ocurrir el lunes en la calle Sombrero ‘e Saó del barrio 23 de Abril, zona de la radial 13, entre el cuarto y quinto anillo, pero la Policía se enteró del plan anticipadamente y frustró el delito con la captura de los sospechosos.
A decir de Pérez, el escarmiento que María Soledad pensaba darle al esposo iba a resultar lapidario, puesto que los esbirros planeaban matar al comerciante para apoderarse de los Bs 200.000 y luego hacer lo propio con la mujer.
“Hemos recuperado el dinero que se encontraba justo donde la mujer había informado a los colombianos. Esta gente es avezada, incluso se atreve a amenazar a los policías, ‘de muerto no voy a pasar’, dijo uno”, manifestó el ministro para describir la peligrosidad de estas personas.
Destaca investigación
El ministro Pérez felicitó al grupo de oficiales que desenmarañó la oscura trama porque cree que de lo contrario la Policía hubiera cargado con el peso del posible hecho de sangre, como si se tratara de otro caso más de inseguridad ciudadana.
“Iba parecer como un caso de inseguridad ciudadana y la población se iba a tirar encima de la Policía, que no puede estar en el interior de cada relación, de cada familia, de cada parqueo. Y todo porque una señora decide contratar a este tipo de personas para dar un susto al esposo”, lamentó la autoridad nacional.