Números descuidados

Humberto Vacaflor Ganamhumberto-vacaflor3Para poder pagar el segundo aguinaldo a los empleados públicos, que ahora suman 500.000, el gobierno ha tenido que pedir la ayuda del BID, extendiendo la mano como los anteriores gobiernos.El ruido de la campaña electoral eclipsa esa y otras noticias sobre la delicada situación de la economía, como el hecho de que en este momento la deuda pública sea superior a las reservas del Banco Central, según dice José Luis Parada.Detrás de estos datos, está la confidencia hecha por el presidente Evo Morales en su mensaje del 6 de agosto: este año tendremos el primer déficit fiscal de los últimos ocho años, debido a los gastos del G-77.Los detalles son muchos. Uno de ellos fue dado a conocer por Siglo 21, en una crónica que relata cómo es que BoA hizo una inversión millonaria que se perdió cuando los aviones chinos que compró resultaron inservibles para operar en Bolivia.Las reservas del BCB sumaban US$ 15.395 millones el 29 de agosto, pero desde entonces se concedieron préstamos por US$ 3.000 millones a empresas estatales “estratégicas”. Es decir que el monto se redujo en 3.000, quedando en US$ 12.395 millones.Mientras tanto, la deuda pública, que era de US$ 11.310 millones, aumentaron en esos US$ 3.000 millones y quedaron en US$ 14.410 millones.Es decir que la deuda pública llega a US$ 14.420 millones y las reservas sólo alcanzan a US$ 12.395 millones.Como lo había demostrado Hugo Banzer en los años 70, no importa cuántos dólares ingresen por concepto de los mejores precios de las materias primas: la capacidad de endeudamiento de las dictaduras es ilimitada.El déficit fiscal no es una novedad, según dice Parada. Este gobierno vive en permanente déficit fiscal porque oculta sus gastos o los transfiere.La gobernación de Tarija recibió la orden de conceder un préstamo a la Administración Boliviana de Carreteras (ABC), sin intereses ni plazos, porque los que mandan no tienen el menor deseo de dar explicaciones a nadie.Eso sí, para hacer raps el gobierno es muy bueno. Quizá ha descubierto su verdadera vocación. Nada de huayños ni caporales, lo que vale son los raps con que se mandan los mensajes sobre cómo se debe vivir bien si mirar dónde queda la moral o la ética. Vivir bien sin mirar sobre quién.