Karen Arauz
El presidente Evo Morales que quiere convertir a Bolivia en el centro energético de Sud América, aún no ha pensado en industrializar la energía que a menos de un mes de las elecciones, recorre con alto voltaje el sistema nervioso de los bolivianos. Debieran tomar en cuenta que, incluso allende los mares, están tratando de neutralizar el largo brazo del oficialismo y organizan marchas y protestas en Barcelona en contra de la intocable Alicia Muñoz. Es claro que el gobierno la prefiere lejos, callada y dando vueltas como Cónsul en España, porque es la que lleva un sello grande como la primera Ministro de Gobierno el 2006.Hay que recordar que inauguró la larga lista de muertos de esta administración: los dieciséis de Huanuni.Esta campaña electoral es insólita. Para el partido de gobierno no existen límites de ninguna clase, su gol es muy claro y sus recursos ilimitados. Pero el acceso a fondos, infraestructura y parafernalia mediática sin ningún tipo de control, no lo es todo. Nadie a estas alturas duda de la subordinación y consistencia partidaria del Tribunal Electoral, al extremo que se oye hablar con nostalgia de la «banda de los cuatro» concluyendo que pese a los malos recuerdos, todo tiempo pasado fue mejor. Porque hasta para rendir pleitesía, se debe aparentar tener algo de decoro.No se los puede acusar de falta de previsión. El anuncio de impresión de más de seis millones de papeletas de sufragio, cuando el INE parece que nos ha mal contado en diez y pico, es muy osado. Pero es preferible que sobre, a que falte. Y claro, son las encuestas que entre las viejas paredes del Palacio de Gobierno, darán la instrucción final pues serán las encargadas de brindarle al binomio oficialista, las cosas en clara perspectiva. Se han tomado previsiones por si es que alguna de las encuestadoras autorizadas pretende dar a conocer porcentajes que no se enmarquen en la estrategia envolvente. Se las obliga a registrarse en el TSE- con prueba de ADN incluida- a fin de advertirles que en caso de indocilidad, recibirán el correctivo pertinente.La Sra. Yarhui, no se presta un niño ajeno a quien babear ante las cámaras aparentando un afecto que está lejos de sentir. La niña que la acompaña en su recorrido por el país, es su propia hija y su deber fundamental, es mantenerla protegida y a su lado. Ya se ha ordenado el retiro de un spot donde la niña aparece marginalmente. Para contentar y fingir ser «justos», han ordenado el retiro de un spot del MAS porque aparece la imagen… del Cristo de Cochabamba. A su dulce preferido, Unidad Demócrata, le han destrozado decenas de vallas bajo cualquier ridículo pretexto. Es burlesco. El Tribunal es una pieza clave para la indispensable descalificación de la oposición. Se ve en la obligación de ser implacables en el afán de disminuir su influencia. El gobierno debe neutralizar situaciones que le disgusta en esta etapa como son las demandas de los jubilados, pese a que ya han hecho sus cálculos y los votos -que es la única medida del momento- de una decena de miles de ancianos, no les quita el sueño. Lo compensan con cierto número de incondicionales de toda laya mientras sean convenientemente auspiciados.El oficialismo tiene cero tolerancia a situaciones que pongan en entredicho a su administración. Lo que sucedió en horas pasadas en la cárcel de El Abra, es precisamente lo que quieren evitar. Aborrecen que se descubra de modo tan sangriento, la irresponsabilidad con la que se manejan las cosas en esos territorios abandonados por el Estado. Cuando el Ministro de Gobierno supervisa personalmente el traslado de los encausados por terrorismo con el solo afán de dejar sentado que no son más que objetos en manos del poder, lo hace acompañado de decenas de policías y con la prepotencia de un Mariscal de Campo de cualquier régimen totalitario. Los policías y el Alcaide, no solo que no custodian la cárcel, sino que son los organizadores de la farra que degenera en el asesinato de cuatro privados de libertad. Las investigaciones sobre cómo ingresan armas de fuego e ingentes cantidades de alcohol, cortará -como siempre- la cuerda por lo más delgado. Lo único que queda en evidencia es que la Policía Boliviana, de tanto manosearla, estremece de rechazo a la población.La ausencia de Estado es patética. La nula independencia de poderes y un padrón electoral manipulado que ya ha rendido provecho hace varios años, oscurece aún más, si es posible, las perspectivas de un proceso pseudodemocrático viciado de inconstitucionalidad e ilegitimidad.Se advierte a las poblaciones, que de cruzar el voto, los recursos del Tesoro simplemente dejarán de fluir.Por supuesto que la intención primordial es intimidar al extremo a la oposición, llevándola a su terreno confrontacional. La amenaza a la oposición incluye además, feroces chicotazos de inverosímil barbarie.Los que mienten por la siniestra y roban por la diestra, nunca creyeron en aquello de que Dios y la Patria se lo demandarán.El Día – Santa Cruz