Aguardando la tercera vuelta

Álvaro Riveros TejadaAlvaro-Riveros-Tejada311En medio de ese afán enfermizo de los bolivianos de alcanzar la originalidad en sus emprendimientos, sean éstos de buena o mala estofa, acabamos de observar uno que realmente merece ingresar al libro de records Guinness por su ingenio y extravagancia, como el haber hecho coincidir, a plan de martillo y con precisión de relojería suiza, los resultados preliminares de las elecciones presidenciales, obtenidos en boca de urna por una empresa encuestadora, con las cifras oficiales, ostensiblemente manipuladas y logradas irresponsablemente por el Tribunal Supremo Electoral.La condición borreguil a la que está sometida la ciudadanía desde hace varios años operó perfectamente en este evento. Las versiones hábilmente emitidas por el equipo electoral del gobierno, a través de los medios de prensa propios, así como de aquellos generosamente subsidiados, coincidieron a cabalidad con los resultados previamente cocinados y trasmitidos por la TV a toda la nación, a las ocho de la noche de ese día de la raza. De ahí la pasividad y conformismo inexplicables de los ciudadanos, con la emisión de dichos resultados.“No hay mal que por bien no venga” reza el viejo adagio popular. Sabemos que los ansiados dos tercios perseguidos por el MAS, para continuar con su política discrecional y autoritaria, conducirá a esta agrupación a “adquirir a cualquier precio” las conciencias necesarias para lograr dicho objetivo empero, estamos seguros que no faltarán aquellos padres de la patria que, arguyendo una simple transferencia de lealtad, negociarán su voto para recuperar lo gastado en su logro. Tales circunstancias harán variar substancialmente las características de la nueva gobernabilidad, ya que ellas estarán totalmente asentadas sobre el interés y la conveniencia personales y no de la patria, como se espera.Sin embargo, las condiciones económicas reinantes a lo interno y externo de la nación serán distintas pues, ante la dependencia que éstas guardan con el precio de nuestras materias primasen actual caída libre, generarán un clima de contracción característico de la llegada de las vacas flacas. Asimismo, un eventual triunfo de Aécio Neves en el Brasil, en la segunda vuelta electoral pactada para este próximo domingo 26, echaría por la borda todo el tinglado populista creado por Lula y Fidel a través del Foro de Sao Paulo y, con él, caería también esa serie de entelequias como: Alba, Unasur, Celacetc, y gobiernos como el de Venezuela y Argentina que sólo sirvieron para derrochar los dineros de la bonanza. No es necesario abundar en la enfática advertencia proferida por este candidato brasileño, en lo que a cerrar nuestras fronteras se refiere, a fin de evitar el ingreso al Brasil de la diosa blanca y sus funestos derivados.Eso y muchos más factores nos inducen a creer que el proceso electoral aún no ha concluido y menos si el gobierno quedadizo es reticente a mostrar una mayor flexibilidad hacia ese 40% de oposición que según él, sólo existe en la actualidad. De ser así, se avizoran innúmeros problemas y no estaríamos lejos de aguardar una tercera vuelta.