Bolivia entra al CDH de la ONU con crítica interna al embajador represor de indígenas

Dirigentes indígenas y la Asamblea  de DDHH de Bolivia ven contradictorio la presencia del embajador Sacha Llorenti en la ONU porque no ha respondido por acusaciones de violación de derechos humanos durante su gestión de ministro de Gobierno en la represión policial de Caranavi (2010), donde hubo dos muertos, o Chaparina (2011), refriega policial que arremetió contra indígenas que marchaban por la defensa del TIPNIS.

Con crítica interna a Llorenti, Bolivia entra al CDH de la ONU

imageLlorenti publicó ayer algunas fotografías tras la votación en la plenaria de Nueva York

EL DEBER



Con 144 votos de la Asamblea General, el país fue elegido para dicho consejo mundial. Indígenas bolivianos reprochan al Estado por los casos Caranavi y Chaparina, cuando Llorenti era ministro.

Es una buena noticia para la política exterior de Bolivia, pero es también un foco de crítica interna para el Gobierno de Evo Morales. En Asamblea General y con 144 votos, ayer el Estado boliviano fue elegido uno de los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para asumir funciones en Ginebra (Suiza) a partir del 1 de enero de 2015, junto con El Salvador y con Paraguay.

“Bolivia salió electa como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU con 144 votos”, confirmó Sacha Llorenti, embajador ante ese organismo, vía Twitter. Pese al reconocimiento para el país, precisamente, el exministro de Gobierno Llorenti es el blanco de la crítica interna por acusaciones de violación de derechos humanos en la represión policial de Caranavi (2010), donde hubo dos muertos, o Chaparina (2011), refriega policial que arremetió contra indígenas.

A nombre del Estado, fue él quien recibió la noticia en Nueva York (EEUU).

“Es contradictorio. A Bolivia la eligen para la CDH por sus avances legales, pero justo cuando Llorenti, que debe responder por Caranavi y Chaparina, es nuestro embajador”, argumentó Adolfo Chávez, presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas (Cidob) opositora, que participó de la marcha indígena reprimida en 2011.

“El nombramiento recae en el Estado, no en el embajador. El presidente y Llorenti se quieren lavar la cara con esto”, reaccionó Rafael Quispe, exdirigente indígena, hoy aliado de Samuel Doria Medina.

Para Chávez y Quispe, Llorenti encarna una contradicción política para el Gobierno en materia de derechos humanos. Chávez informó de que el CDH revisará el 28 de octubre denuncias que hizo su organización contra el Estado boliviano por abusos. Llorenti negó las acusaciones.

La visión del Gobierno

El Gobierno de Morales tiene otra interpretación. Según un comunicado difundido por el despacho del canciller David Choquehuanca, ayer fue una jornada ‘histórica’ porque se dio un “reconocimiento internacional del compromiso del país con los derechos humanos”.

De acuerdo con ANF, Llorenti dijo, a nombre de Bolivia, que se sentía honrado por “el apoyo a la membresía; más de dos tercios de los miembros de la organización han brindado su apoyo a la candidatura de Bolivia”.

Desde enero de 2015

La elección definió ayer que El Salvador, Bolivia y Paraguay ocuparán por tres años los puestos que dejarán a finales de 2014 Costa Rica, Chile y Perú, en el que el Grupo de Latinoamérica y el Caribe tiene ocho asientos de un total de 47 miembros.

Para el excanciller boliviano Armando Loayza, la crítica hacia Llorenti es cosa de asuntos internos y no afectará al rol de Bolivia ante la ONU. Para el analista Hugo Siles, el rol de Llorenti fue muy diferente como ministro que como embajador

Cuestionan representación de Llorenti

Bolivia en la ONU.

EL DIARIO, La Paz

Bolivia fue elegida ayer con 144 votos para formar parte del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a partir del 1 de enero de 2015, junto a El Salvador y Paraguay. Sin embargo, lamentaron que Sacha Llorenti represente al país en esa instancia por su actitud y comportamiento contra los indígenas.

Bolivia ingresará con El Salvador y Paraguay en sustitución de Chile, Costa Rica y Perú que cumplieron mandato por un período de tres años. El Consejo está integrado por 47 Estados miembros y tiene la misión de velar por el respeto y garantías a los derechos humanos en el mundo.

Según la nota de la página web de esta entidad internacional, el embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, destacó el apoyo de la membresía a la candidatura boliviana.

APDHB LAMENTA

La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (Apdhb), Yolanda Herrera, resaltó la distinción para Bolivia. “Necesitamos que nuestro país tenga una presencia mucho más definida en estos consejos. Es un avance significativo”, puntualizó.

Empero, refiriéndose a Llorenti, lamentó que Bolivia esté representada ante la ONU por “una persona observada por su actitud y comportamiento contra los indígenas y con temas pendientes en derechos humanos”.

“Es un tema interno (de Bolivia) que tiene que se resuelto en su momento”, afirmó Herrera y agregó que desde todo punto de vista es destacable que Bolivia sea parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

El 25 de septiembre de 2011 -cuando Llorenti era ministro de Gobierno-, un contingente de al menos 500 policías intervino violentamente el campamento de la VIII marcha de los indígenas del Tipnis en la comunidad de San Miguel de Chaparina (Beni).

Los uniformados golpearon a los marchistas, les taparon la boca y les maniataron con cinta adhesiva. Los indígenas responsabilizan al exministro y actual embajador Llorenti.