Por cinco meses comandará Santa Cruz, la ciudad más grande de Bolivia.
ENTREVISTA. EL DEBER
Desirée Bravo. alcaldesa de Santa Cruz de la Sierra
Por cinco meses comandará la ciudad más grande del país. Dice que su corta gestión será una continuidad de la de Percy Fernández. Tras pasar dos décadas en el Concejo, ahora tiene un ejército de 1.400 líderes de barrio que trabajan con ella y es clave para ganar elecciones en Santa Cruz
Desirée Bravo tomó posesión del despacho principal de la casona que alberga la Alcaldía.
Tras casi 23 años como concejala municipal, Desirée Bravo es alcaldesa por cinco meses. Y lo es porque el Tribunal Supremo Electoral decidió inhabilitarla para que sea candidata al Concejo cruceño por cinco años más. “Con el ingeniero Percy Fernández y la agrupación Santa Cruz para Todos hablamos para que pueda ser alcaldesa en este periodo de transición”.
Su inhabilitación se gestó en 2010, cuando la UCS impugnó su candidatura, con la de Enrique Landívar, Carol Viscarra y Óscar Vargas, por no haber renunciado al Concejo para habilitarse a la reelección.
En ese momento, el Órgano Electoral le dio la razón, pero, como en ese momento no renunció para habilitarse como candidata, ahora considera que estuvo dos periodos continuos y no cumple con la nueva Constitución. “En 2014 Unidad Demócrata pidió al Tribunal Supremo Electoral que diga si Andrés Gallardo podía volver a candidatear, ya que llevaba dos gestiones.
El TSE respondió que la Ley 381 lo habilitaba; sin embargo, a mí me inhabilitaron con la misma norma. Son las cosas con las que todos los días nos sorprenden desde el tribunal”, dice, sentada detrás de un escritorio de madera maciza, delante de unos carteles enormes que elogian la gestión de Percy Fernández y que tapan ese retrato de Ñuflo de Chaves que domina el fondo del despacho principal de la casona de la acera noreste de la plaza 24 de Septiembre.
De figura grácil y respuestas directas, Desirée Bravo se ha logrado forjar una carrera política que la hace imprescindible para ganar una elección en la ciudad de Santa Cruz.
Domina una porción de territorio que comienza en el kilómetro 9 de la carretera al norte y termina en los confines del municipio en la ruta a Cotoca, no sin antes barrer todo el centro de la ciudad.
Eso, según sus colaboradores, lo ha conseguido con trabajo diario, con una red de líderes barriales que rescata la estructura de comandos del emenerrismo hegemónico y con presencia en las calles. “Hay días que visitamos hasta 14 barrios”, dice una de sus colaboradoras.
¿Si no fuera por esa inhabilitación, se habría presentado otra vez como candidata a concejala?
Habría estado en el Concejo. Estuve una gestión de suplente entre el 91 y 93, ya entre el 93 y 2002 fui concejala, antes de postularme como diputada uninominal. El 2004 renuncié para ser candidata a alcaldesa por MNR, no salí elegida, pero la norma nos permitía ser primer concejala. Desde el 2005 fui concejala hasta 2014.
¿Qué aprendió con más de 20 años en el Concejo?
Fue una lección de vida, más que una experiencia. Ahí aprendí a escuchar y no solo los problemas que hay en el municipio. Al Concejo, todos los vecinos llegan con sus problemas, porque los concejales son las autoridades que más cerca están del vecino, así que uno aprende a escuchar.
¿Y su momento más difícil fue cuando la suspendieron en esta última gestión?
Lo más difícil fue ver que los concejales que me suspendieron fueron los de mi agrupación. Es muy difícil de entender por qué te hacen eso tus mismos compañeros.
¿Y qué cree que pasó?
Ya pasó tanto tiempo que no les guardo resentimiento ni nada. Creo que fue falta de experiencia política.
¿Cuál va a ser el sello de su gestión en estos cinco meses?
Para mí es seguir lo que ha hecho Percy. Esta ciudad necesita de todo: salud, educación, seguridad ciudadana. Cada barrio, cada sector, tiene problemas: todo es prioritario.
Si tuviera una gestión de cinco años en lugar de cinco meses, ¿qué haría?
Haría lo mismo que el ingeniero Percy Fernández. Imitaría todo lo que él hace. Vería todo lo que faltara hacer, pero continuaría su obra.
¿Qué ha aprendido de Percy Fernández?
El servicio a la gente y que para él nada es chico, que para los vecinos todo debe ser lo mejor.
Para algunos, Percy ya está pasado de años para ser alcalde, ¿usted lo ve cansado?
No creo. La capacidad que tiene para proyectar esta ciudad no creo que se vaya con la edad. Hay personas que son jóvenes y tiene mentalidad de viejos. Hay personas mayores que tienen una visión muy grande de futuro. Percy es uno de ellos.
Su peso político es grande, los candidatos apadrinados por usted ganaron tres circunscripciones uninominales el 12 de octubre…
Creo que ese fue el error para que me inhabiliten. Parece que fue así, que me tuvieron miedo.
¿Cuál es la fórmula para tener tanta presencia territorial?
Es no tener horario. Estoy desde las 8:00 hasta la 1 de la mañana del día siguiente. Se logra atendiendo a los vecinos, visitando los barrios y teniendo siempre contacto con ellos.
¿Hay que hablar con usted para ganar las elecciones en Santa Cruz de la Sierra?
No creo que sea un asunto de poder. A usted le tiene que gustar, tiene que sentir, dejar muchas cosas, su vida social, su vida familiar por estar atendiendo a los vecinos.
Su forma de hacer política está en extinción, ya no hay muchos partidos con presencia en los barrios…
La verdad que no hay. No me gusta estar en la tele, me gusta el trabajo hormiga y estar en los barrios. Poco muestro lo que hacemos. Nuestro equipo de trabajo es grande. Planificamos todo con Andrés Gallardo, con Lenny Chávez, con Tomás Monasterio (los tres diputados que apadrinó) y los dirigentes de barrio.
¿Qué viene después de estos cinco meses como alcaldesa?
Seguir trabajando con los vecinos. He tenido reuniones con los vecinos, porque para ellos fue duro no verme como candidata. Les dije que iba a seguir atendiendo como cuando estuve suspendida. No estuve en el Concejo un año y tres meses y seguí haciendo mi trabajo. Me lo he propuesto así para demostrarle a la gente que creyó que inhabilitándome me iban a tener tranquila. Fuera del Concejo voy a poder trabajar el doble.
Usted es muy cercana a Percy, pero también al exgobernador Rubén Costas, ¿trabajan juntos?
Respeto mucho a Percy Fernández y también a Rubén Costas. Tenemos gente que va a trabajar con él. Con la Gobernación coordinamos muchísimo. Tienen programas que sirven en los barrios como Luz para mis ojos y Sonrisa Feliz. También trabajamos en el tema del agua para las cooperativas de los distritos 6, 7 y 8 y coordinamos la internación de vecinos en hospitales de tercer nivel cuando llegan enfermos.
¿Con cuántas personas coordina para tener tanta presencia territorial?
Tenemos un grupo de planificación integrado por unas 25 personas y los que trabajan territorialmente son unos 1.400 vecinos. No tenemos gente pagada. Cuando se necesita dinero, todos aportamos para comprar recetas o cuando se quema una casa entre tres compramos la cocina, uno trae un juego de platos y otra una docena de vasos.
¿Y su futuro político?
Mi futuro es el presente, seguir trabajando. Siempre pienso en el presente. Si no trabajo hoy, no tendré mañana.
Con tanta presencia territorial, ¿no es muy poco que solo le hayan dado la tercera concejalía en la lista de Santa Cruz para Todos?
No veo que sea muy lejano el tercer lugar. Yo fui como segunda concejala en la anterior gestión. No hay primero ni segundo, lo importante es que todos trabajemos juntos por esta ciudad y por Percy.
Percy lleva en la Alcaldía desde la década de los 80…
Y siempre lo acompañé, siempre estuve con él. Incluso después de haber sido candidata, lo apoyé desde el Concejo.
¿Se imagina la Alcaldía sin Percy Fernández como alcalde?
No me la imagino porque ya la he visto y he estado como concejala sin él en la Alcaldía. Sé como es y no tuvimos avance, retrocedimos. Estos cinco años hará lo que aún le falta, no pensando en quién puede quedar de sucesor o sucesora. El alcalde no piensa en la política, sino en el vecino.
¿Y cómo es su relación con Angélica Sosa?
Tenemos una relación política, de amistad y de mucho respeto.