Baltimore en toque de queda

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La ciudad podría quedar desolada en cuestión de horas, cuando inicie el toque de queda que declaró la alcaldesa como respuesta a los enfrentamientos entre policías y manifestantes.

En el centro de la ciudad solo se puede observar algunas personas caminando y pocos autos. Algo poco usual en Baltimore, sede de uno de los acuarios más visitados en todo el país. 



A las afueras del «Downtown», el centro de la ciudad, la situación es distinta. Cientos de personas permanecen en las calles esperando una respuesta, o simplemente como actitud de rebeldía. 

Los afroestadounidenses de esta ciudad aseguran estar cansados de, según ellos, ser el objetivo de la policía del país. 

«La última vez que olí este olor fue en 1968, cuando era un niño. El olor huele exactamente igual. Es el olor del dolor y el sufrimiento. Esto te desgarra el corazón. En toda la ciudad veo dolor, sufrimiento, un grito de ayuda», dijo a la Voz de América Leon Lee, un ex veterano de guerra y residente del este de Baltimore.

Ese olor del que habla Lee viene de los edificios que todavía humean, luego de ser quemados la tarde anterior, muchos de ellos en su totalidad, por un grupo de violentos manifestantes que desahogaron su ira bandalizando licorerías, destruyendo supermercados y prendiendo literalmente la ciudad en llamas.

La situación obligó a la alcaldesa de la ciudad, Stephanie Rawlings-Blake, a declarar estado de emergencia y un toque de queda que inicia a las 10 esta misma noche.

Casi 10 mil policías recorren la ciudad, mientras la Guardia Nacional patrulla principalmente las zonas turísticas de Baltimore, áreas a las que los protestantes, y un gran número de los dos tercios de afroaestadonidenses que viven en Baltimore, llaman «casas de blancos». 

Pero no todos concuerdan con esta violencia.

Ritta White asegura que nada tiene que ver protestar por la vida del joven afroestadounidense Freddie Gray, quien murió de forma incierta luego de ser arrestado por la policía de Baltimore, con destruir la ciudad. 

«Simplemente no entiendo. Este desorden, estar en la calle enfrentando a la policía, destruyendo nuestros propios hogares, no tiene sentido, así no revivimos a Gray», argumentó White. 

Por el momento la incertidumbre invade a los ciudadanos de Baltimore: ¿qué ocurrirá esta noche cuando inicie el toque de queda? ¿Habrá más violencia, o Baltimore volverá a la calma?

Lo que sea que ocurra no borrará de la historia uno de los peores días que ha vivido Baltimore. 

Fuente: www.voanoticias.com