Destacado. Comenzó como árbitro, luego fue un destacado kinesiólogo
11/05/2015
Un hombre muy querendón del deporte, especialmente del fútbol que en sus inicios fue jugador, luego árbitro y terminó su carrera como kinesiólogo y profesor de educación física. Hablamos de Helio Justiniano, un hombre que estuvo siempre ligado al fútbol profesional y también amateur.
Según nos cuenta su esposa Edelmy, Helio o ‘Estonfo’, apodo que llevaba al igual que su padre, jugó en las inferiores de Real Santa Cruz, club del que fue hincha y lo tuvo como uno de sus más fervientes seguidores.
Fue uno de los primeros en formarse en la Escuela de Árbitros cruceña junto a los conocidos Jorge Antequera, Mario Ichaso, Luis Barrancos y Víctor Molina, entre otros réferis de la época. Haciendo uso de una beca realizó un curso de kinesiología en Paraguay, de donde luego llegó para ejercer esa profesión.
Helio también fue profesor de educación física y junto al ‘Negro’ Morales fue uno de los impulsores de la corrida a Cotoca que cada año se efectúa entre la capital cruceña y el santuario.
Prestó sus servicios en Oriente Petrolero, Guabirá, Real Santa Cruz, Blooming y muchos otros equipos, con los que recorrió buena parte del continente en copas Libertadores y campeonatos sudamericanos con selecciones nacionales..
Actividades varias
Helio Justiniano a la par que desempeñaba sus funciones en los equipos profesionales de fútbol, alentaba el deporte amateur en diferentes barrios. Creó la Liga Deportiva La Luz en el barrio Las Palmas, donde se disputaban campeonatos infantiles.
También creó otra liga en el kilómetro nueve de la antigua carretera a Cochabamba donde se disputaban partidos los días domingo y en la que era frecuente ver al recordado Rolando Aguilera participar con sus equipos.
Trabajó en la Caja Nacional de Salud como fisioterapeuta durante varios años.
“Era mucho su apego al deporte. Ya cuando no trabajaba, iba a los entrenamientos de Real Santa Cruz, cargando sándwiches y refrescos que él preparaba y los repartía entre los jugadores. No se perdía partido del equipo merengue y asistía al estadio siempre portando la bandera del club de sus amores, acompañado de un gran amigo apodado ‘Camba’.
Casado con la profesora Edelmy Rocha, Helio tuvo cinco hijos: Clovis, Claudia, Elio, Carmen y Maico. Recibió diversas distinciones por su trayectoria.
Aquejado de un cáncer en el pecho, Helio peleó muchos años por su vida; a pesar de su enfermedad, nunca perdió su buen humor y el don de gente que siempre lo caracterizaron.
Helio partió a la eternidad el 11 de abril de 2012, dejando una huella indeleble en el deporte local y nacional
Fuente: diez.com.bo