La mesa está servida para la reelección presidencial de Evo; por el cuarto periodo 2020-2025


Tiene dos tercios en la Asamblea Legislativa y el control total para adecuar la Constitución Boliviana. La excusa es aceptar la petición del pueblo, que exigiría un nuevo mandato de Evo Morales. El oficialismo trabaja en lo jurídico y socializa la estrategia entre los sectores sociales.

La mesa está servida para la reelección presidencial de Evo

EL DEBER, La Paz

imageMorales comenzó a gobernar en 2006 y ya lleva nueve años en el poder, le quedan cinco, con lo que sumará tres lustros



La excusa es aceptar la petición del pueblo, que exigiría un nuevo mandato de Evo Morales. El oficialismo trabaja en lo jurídico y socializa la estrategia entre los sectores sociales afines a su proyecto. Tiene dos tercios en la Asamblea para abrir la Constitución

Una preocupación le quita el sueño a Evo Morales: ¿qué pasará con el Movimiento Al Socialismo (MAS) después de 2020 sin él como candidato? Dicen que aún se enfrenta a la disyuntiva de cumplir con su palabra y alejarse de la política de aquí a cinco años o hacer caso a sus bases y buscar una cuarta reelección.

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Está en sus manos. Tiene la última palabra, y parece que se inclina por seguir en el poder, al menos hasta 2025. Su militancia lanzó la primera piedra y tiene todo listo para ‘constitucionalizar’ un nuevo mandato. Quieren un Evo en el poder por mucho tiempo más, ya que no encuentran quién lo reemplace.

El oficialismo decidió dividir en tres comisiones el objetivo de la reelección de Evo. La primera se dedica al aspecto jurídico, la segunda al tema sindical y, la última, a la labor política y legislativa. Ese objetivo tiene respaldo sindical, de sectores sociales e indígenas. Tienen armas jurídicas y, lo más importante, tienen los dos tercios en la Asamblea Legislativa para modificar la Constitución y llamar a referendo para viabilizar la cuarta candidatura del jefe de Estado. Y, por supuesto, también la de Álvaro García.

El argumento para modificar la Constitución es la reforma judicial. Si se abre la Constitución para ese tema, también puede abrirse para legalizar la reelección presidencial, aunque todavía no saben si será indefinida o por un periodo más.

Los operadores

Leonardo Loza es pieza clave en tejer el objetivo. Es el máximo dirigente de los cocaleros de Chapare y jefe del MAS en Cochabamba. Él impulsa la reelección de Evo en los sectores sociales y también en las direcciones departamentales del partido oficialista. Ya logró la aprobación de Cochabamba y ahora apunta a La Paz y a Santa Cruz. “Estamos convencidos de que Evo Morales es el único líder que puede seguir con este proyecto, no hay nadie más”, relata.

Como él, existen muchos otros dirigentes que impulsan la reelección de Morales. Todos ellos tenían la misión que encomendó el mandatario: buscar a su sucesor. No lo encontraron, se excusan para defender el nuevo objetivo.

Rodolfo Machaca es el líder de los campesinos, Juanita Ancieta la máxima representante de las Bartolinas, Gustavo Aliaga de los interculturales y Melva Hurtado de los indígenas de tierras bajas. Ellos trabajan desde sus organizaciones para impulsar el respaldo a la reelección.

Los mecanismos

¿Qué se necesita para sellar un nuevo mandato de Morales? Lo esencial es modificar parcialmente la Constitución Política del Estado y luego llevar a referendo la propuesta de una nueva reelección de Morales.

Este proceso puede ejecutarse en un año. El analista Carlos Toranzo explica que, de confirmarse la intención masista, la “batalla” se libraría en el referendo que viabilizaría la reelección de Morales. “Es ahí donde estará el verdadero obstáculo para el MAS. La gente puede sentirse cansada y no optar por la eternización de un caudillo”, opina.

En cambio, el trabajo legislativo se visualiza como el peldaño más fácil.

El abogado constitucionalista William Bascopé afirma que el oficialismo tiene “dos tercios militantes”, que viabilizarían en un plazo de dos meses el nuevo mandato de Evo. “Optarán por los dos tercios para abrir la Constitución y luego convocar a referendo”, adelanta el experto.

En pasillos del Legislativo el tema se lo habla en voz baja. No está en la agenda del MAS tratar la reelección de Evo, pero saben que tarde o temprano lo harán. El presidente del Senado, José Gonzales, es cauto. Es consciente de que la figura de Evo es “difícil” de sustituir, pero analiza las “complicaciones” que traería el buscar una nueva reelección. “Es un tema complejo, pero te digo que no está dentro del plan de trabajo de la Asamblea”, refiere.

Otras voces

Mucho más cauto es Carlos Romero, senador del MAS por Santa Cruz. El exministro se limita a explicar que este asunto no se debatió en la bancada masista y que luego se deberá “escuchar” los argumentos de los sectores que piden un nuevo mandato.

No obstante, en el mismo Legislativo hay quienes piden a gritos una nueva reelección. Es el caso de la vicepresidenta del Senado, Nélida Sifuentes. Ella quiere a Evo como presidente de Bolivia hasta 2025. Por eso, dice que promoverá el debate.

El expresidente Jorge Quiroga pide a Morales que se pronuncie sobre el tema y que sea él quien desmienta o verifique si es que tiene planes de reelección.

Para el politólogo Franklin Pareja “forzar” una nueva reelección de Morales se debe a que en el oficialismo “preocupa” la renovación de líderes políticos.

“No encuentran un líder similar a Evo Morales y por eso quieren eternizarlo. Pero lo que les preocupa en realidad es perder el poder como partido, y sin Evo, será difícil que el MAS gane”, opina.

En Palacio Quemado aseguran que Evo tiene la última palabra.

El vicepresidente fue uno de los primeros en señalar el camino a seguir.

En esa línea está el canciller David Choquehuanca, quien pidió que sea el pueblo el que decida si Evo va más allá de 2020. “Tenemos que hacer lo que el pueblo quiere, no hay que tenerle miedo”. Con esa frase, parece que la mesa está servida, y el MAS ya está pidiendo la carta.


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