¿Por qué es importante escuchar a nuestros hijos?

Los quehaceres diarios nos obligan a estar fuera de casa casi todo el día, y algunas veces, por el cansancio, no dedicamos tiempo a hablar con nuestros hijos. Pasa un día, pasan dos, tres… ¿cuánto tiempo tiene que pasar para darnos cuenta de que cada día sin hablar es tiempo que nos aleja de nuestros hijos?

Si te preguntamos cuál es el cereal o el color favorito de tu hijo, y cómo se llama su mejor amigo, ¿podrías dar una respuesta? Si sabes las respuestas a estas preguntas ¡felicidades!, ya que significa que eres una madre que escucha y conoce a su hijo. Por el contrario, si desconoces las respuestas tendrás que dedicar más tiempo a hablar con tu hijo y poner más atención en lo que dice.

La importancia de saber escuchar



Un niño al que sus padres escuchan es feliz, tiene un buen rendimiento escolar, es sociable y está de buen humor.

No hacen falta largas horas de charla, alcanzan unos minutos al día para mostrar interés por las cosas que dice nuestro hijo; es allí donde radica la importancia de saber escuchar.

Uno de los peores errores que no deberíamos cometer es ignorar los sentimientos de nuestro hijo. Si está molesto por algo lo mejor es hablar con él y preguntarle el motivo de su enojo, debemos servir de guía de manera que puede canalizar la frustración de manera adecuada. En cambio, si ignoramos su sentimientos nuestro hijo puede volverse irritable, introvertido y con severos problemas para comunicarse con los demás.

 

Comunicación abierta

Una buena comunicación con nuestros hijos nos dará la oportunidad de conocerlos, de saber qué les gusta y también qué les preocupa. Cómo papás debemos siempre estar alertar y aprender a escucharlos.

Si mantenemos una comunicación abierta les enseñaremos a nuestros hijos la importancia de escuchar, serán más extrovertidos, sociables y abiertos a escuchar a los demás.

El amor empieza por la comunicación, no dejemos que el cansancio nos quite las ganas de conversar con nuestros hijos. Aprendamos a conocerlos para saber cómo piensan y qué sienten. 

Fuente: www.imujer.com