Una propuesta de gobernabilidad

Norah Soruco de Salvatierranorah1Conformados los nuevos gobiernos emergentes de las últimas elecciones, las dirigencias se abocan a garantizar su gobernabilidad, concepto todavía ajeno a la ciudadanía, pero que los políticos creen crucial.  De ahí, las alianzas de la mayoría con las fuerzas menores en el escenario.Dichas alianzas no son indefinidas sino que cambian con el tiempo, pues cuando se hacen a cambio de espacios y prebendas, dependerá de cuán satisfecho se sienta cualquier lado de los aliados para que empiecen a surgir las disidencias, como ya hemos visto varias veces. Esa forma,  de hecho determina la negación del voto ciudadano, que emitió sus preferencias con el claro mensaje del necesario contrapeso al poder, para garantizar una gestión equilibrada y transparente con efectiva fiscalización al ejecutivo gobernante.Esta ansiada gobernabilidad es posible. Demostrando una política nueva, se puede suscribir públicamente un Pacto por Santa Cruz, en el que el Alcalde o Gobernador elegido desarrolle una política de alianzas sobre bases programáticas, generando coincidencias en un plan de gobierno enriquecido con las buenas propuestas de los aliados, dando por concluida la campaña electoral y el proselitismo con miras a otras lejanas elecciones.Un pacto donde todos se comprometan a practicar una conducta de servicio, renunciando a servirse del poder; apuntar a proyectos nuevos que permitan avanzar, al  logro de metas reales de buenos servicios públicos, de productividad creciente y de justicia con equidad. En suma, a imprimir una sinergia que permita un gobierno fuerte, capaz de restituir la autoridad y con ella, exigirnos a todos el cumplimiento de los deberes ciudadanos.Con realismo, también se puede establecer que se compartan los espacios institucionales, bajo la condición expresa de poner a los mejores elementos en capacidad y formación pertinente al puesto, sancionando cuando sea preciso la ineptitud, la negligencia y la corrupción con la mayor severidad, erradicando así  la perniciosa consigna y protección partidaria.¿De qué estamos hablando? ¿De otro planeta? ¿De extraterrestres? No, estamos hablando del rescate y la construcción de nuevos paradigmas y por tanto, de nuevas conductas. Hasta ahora, no está prohibido soñar.