Evo Morales se dice preocupado por la “micro-corrupción” y atribuye el fenómeno a funcionarios de bajo rango, pero los hechos demuestran que lo que hay en su régimen es una rampante mega-corrupción, en la que sus directos colaboradores, los ministros, tienen responsabilidades por acción u omisión.Es el caso de lo sucedido en el Fondo Indígena (Fondioc), donde al menos 300 millones de Bs. asignados a esa entidad fueron a parar a cuentas personales, de los dirigentes de organizaciones sociales afines al partido de gobierno.Esto, con el consentimiento o conocimiento de la ministra de desarrollo rural, Nemesia Achacollo, y del ministro de economía y finanzas, Luis Arce Catacora.En relación este último, la información consta en un documento de la fiscalía. Mientras que sobre Achacollo pesan denuncias de haber gastado la friolera de 178.000 Bs. en una sola reunión de directorio.Pero a pesar de estos indicios, la administración evista está procurando limitar el caso a burócratas de segundo orden, en una verdadera política de impunidad…[email protected]