El tipo de cambio fijo enfrenta al Gobierno con agroexportadores

El ministro de Economía ve falta de capacidad productiva y asegura que no habrá ajustes. La CEPB sugiere cautela

El mandamás de la economía consolida la bolivianización y descarta ajustes en el régimen cambiario. Asegura que continuará la bonanza

El mandamás de la economía consolida la bolivianización y descarta ajustes en el régimen cambiario. Asegura que continuará la bonanza

Al filo de nueve meses del 2015 y pese a las constantes caídas del precio internacional del petróleo, que hacen tambalear las economías de los países de la región, Bolivia aún vive una época de bonanza y se perfila a mantener la política cambiaria.



La noticia fue como un baldazo de agua fría para los principales líderes de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) que plantean una gradual devaluación del boliviano frente al dólar para amortiguar el impacto de la crisis.

Haciendo una radiografía de país por país y mostrando datos estadísticos, fórmulas matemáticas y pruebas de consistencia de las variables económicas, el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, afirmó de manera categórica que Bolivia sigue con un crecimiento económico sostenido, elevados niveles de reservas internacionales, un superávit en la balanza comercial, un superávit fiscal, flujos positivos de inversión extranjera directa, los depósitos del sistema financiero en aumento, etc. Su conclusión es que no existe ningún fundamento para que se pueda generar un proceso devaluatorio.

Para él, los fundamentos de la economía -aún en caída de precios-, siguen siendo fuertes y por lo tanto el tipo de cambio se mantendrá y la bolivianización se consolidará.

En una exposición en la Escuela de negocios de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) el hombre fuerte de las finanzas desveló los buenos indicadores y criticó a los agroexportadores y a algunos sectores por pedir el fortalecimiento del dólar. Argumentó que esa medida no será necesaria porque ‘exacerbaría’ la economía impulsando la inflación e incluso puede traer problemas sociales, como en otros países (Chile, Brasil).

La autoridad recordó que desde 2008 y 2009 el precio del barril del petróleo experimentó drásticas caídas ($us 30 el barril) y el país no se desplomó.

Segundo elemento. Los minerales. En 2004 comienzan a subir los precios, el oro sube hasta $us 1.900 la onza troy fina y luego baja a $us 1.128, una caída brusca. La tendencia a la caída es desde 2011. Lo mismo sucede con otros minerales.

Tercer elemento. Los exportadores se quejan de los precios cuando han tenido buenos años. Cita, por ejemplo, la soya, que cotiza en $us 372, por encima del promedio de los últimos 20 años. “Han subsistido con precios bajos y ahora que sigue alto se quejan”, cuestionó.

Sobre la desaceleración China, dijo que estuvo creciendo entre un 14 y un 15%, pero ahora crece un 7%. “China viene cayendo desde 2006”, indicó .

Arce enfatiza que el tema cambiario es delicado. “Las devaluaciones le van a dar más ganancias a los exportadores, pero no genera que su producto sea más competitivo. Se ha hablado mucho de contrabando. ¿Cómo no va a haber contrabando si un quintal de azúcar producido en Bolivia cuesta más caro que el que se produce en Brasil o en Argentina? El problema no es el tipo de cambio, es un problema de capacidad productiva”, subrayó.

Los privados son cautos
La posición empresarial en torno a la modificación del tipo de cambio está dividida. Los agroexportadores están molestos con el Gobierno por la demora en aplicar una flexibilidad cambiaria. ¿La razón? Las exportaciones han caído drásticamente, el contrabando se ha acentuado, los precios de los productos nacionales, como aceite, arroz, azúcar, harina, continúan en caída libre. Temen la destrucción del aparato productivo.

La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), a través de su titular, Ronald Nostas, pidió cautela. Los banqueros también son cautos y señalan que el tema debe ser analizado escrupulosamente para no afectar a los agentes económicos.

Por su lado, la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz sugirió al Gobierno devaluar la moneda dentro del margen previsto en el Presupuesto General (10 centavos), puesto que puede aliviar parcialmente a los productores afectados por menores precios en el exterior, no genera inflación y, dada su magnitud, no tendría impacto negativo en la bolivianización

Fuente: eldeber.com.bo