Fundaciones y think-tanks

JAMJuan Antonio MoralesEl debate está en la esencia de las sociedades democráticas y es también necesario para el desarrollo de las naciones. Con motivo de la reciente crisis económica, los analistas internacionales han vuelto a enfatizar la importancia de la gobernancia para controlarla y el debate aporta a su calidad.Es en ese contexto que hay que entender a las fundaciones y think-tanks (tanques de pensamiento como los llama el presidente venezolano Maduro), cuya misión es precisamente la de contribuir a la discusión, sea de manera independiente o aun asumiendo posiciones políticas. A nadie en los países democráticos se le ocurriría recortarles sus actividades ni su financiamiento. En EEUU, el Cato Institute, the American Enterprise Institute o la American Heritage Foundation, expresan puntos de vista conservadores y  de oposición frontal a todas las iniciativas del presidente Obama. A pesar de esa desalmada oposición, el Gobierno demócrata no ha interferido en absoluto con las actividades de esos think-tanks.En nuestro país, muchos documentos del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS), establecido por la Fundación Friedrich Ebert, del Partido Social Demócrata alemán, cuestionaban a la política económica del presidente Paz Estenssoro, pero nadie se enfureció. Muy al contrario, se reconocía el papel fundamental que tenía el ILDIS en la consolidación de la democracia y que tuvo en el restablecimiento de la sanidad económica, después de la locura de la hiperinflación. El Foro Económico del ILDIS reunía a economistas de todas las simpatías políticas, algunos de ellos muy críticos del DS 21060, en deliberaciones de mucha altura y, sobre todo, de buena fe. Un distinguido colega me decía recientemente que él había aprendido más de economía y de política económica en los foros del ILDIS, que durante su maestría en el extranjero.Otra fundación importante en la historia contemporánea de Bolivia es la Konrad Adenauer (KAS), ligada al Partido Demócrata Cristiano alemán. La KAS tiene una agenda de defensa de la economía social de mercado. Defiende la iniciativa privada pero insiste también en temas como redes de seguridad para combatir a la pobreza y en medidas impositivas y de gasto público para atenuar las desigualdades en la distribución de los ingresos. La estabilidad monetaria es una preocupación central, así como la protección del medio ambiente.La KAS ha trabajado coordinadamente con la Fundación Milenio y, en algunas ocasiones, la ha apoyado financieramente. Hay una coincidencia de puntos de vista de la Fundación Milenio y de la KAS. Es cierto que en algunas ocasiones, en coherencia con su pensamiento tradicional, que tiene más de 25 años, la Fundación Milenio ha sido crítica con la política económica del actual gobierno (como de los anteriores). Sus críticas, empero, se han basado siempre en datos proporcionados por las instituciones oficiales y en razonamientos económicos admitidos por la mayoría de los profesionales economistas.La presentación de Milenio de sus Informes de Economía tiene siempre una gran convocatoria. Sus coloquios y libros sobre temas particulares son de gran calidad, apreciados en el país  y fuera del país. Los Boletines de Coyuntura son siempre oportunos. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que los trabajos de la Fundación Milenio son un referente obligado para todos los estudiosos de la economía boliviana, así como lo fueron los análisis del Foro Económico del ILDIS en la década de los años ochenta.Aparentemente los análisis de la Fundación Milenio irritan al Gobierno. Después de todo a nadie le gusta que lo critiquen, pero el ego herido no puede ser un justificativo para tomar medidas arbitrarias ni para utilizar un lenguaje altisonante. Nuestras  autoridades podrían seguir los  ejemplos edificantes  de lo que pasa o pasó en otros países y aún en nuestro país, en un pasado no tan lejano.Página Siete – La Paz