Lavado de cerebro en la televisión

mansuetiAlberto MansuetiEstás viendo “Los Simpsons” y de pronto caes en cuenta que el “Sr. Burns” es un estereotipo denigratorio del empresario capitalista, avaro y antiecológico. Y “Ned Flanders” ¿no es otro estereotipo, para denigrar de los cristianos evangélicos, y de los conservadores “patrioteros”? Acertaste: Como “Rick, el rico tejano” es denigratorio de los ricos, y de los republicanos (y de los tejanos).¿Y Homero? Es el “americano medio”, presentado como ignorante, comilón y cervecero (“consumista”). La clase media provinciana, que aún adhiere a los valores e instituciones que hicieron grande a EEUU.Pero “Los Simpsons” no están solos. Los “Amigos” (Friends) que nunca se casan, ¿no muestran que el matrimonio y la familia son instituciones superfluas, anticuadas y prescindibles?La semana pasada hablamos de Ben Shapiro, autor del libro Brainwashed o “Lavado de Cerebro” de izquierda en la Universidad. En 2011 escribió otro, Primetime Propaganda o “Propaganda en Hora Estelar”. Muestra ese mismo lavado de cerebro, con el mismo sesgo, pero en la pantalla chica de tu casa. Y de la mía. Para “todo público”, sea que haya o no pasado por la universidad. Y en todo el mundo.El libro se basa en las confesiones de los propios culpables: escritores, productores, actores y ejecutivos de la TV, a quienes Ben Shapiro pudo entrevistar en sus oficinas, gracias a que su apellido le sirvió como sésamo abrepuertas. Porque “siendo judío ha de ser progresista”; ¡no de derechas!Pero Shapiro es de derechas. Cuenta cómo la Tv ha sido y es usada en los últimos 60 años para empujar toda la agenda de las izquierdas en todos los temas sociales y políticos de actualidad, y reescribiendo la historia, para crear un nuevo país en EEUU, a su imagen y semejanza: socialista. Sus grandes jefazos, desde Los Ángeles y Nueva York, envían a diario sus mensajes “progres”, a veces sutiles y otras veces abiertos y descarados, promoviendo las consignas y símbolos del marxismo, tanto clásico como cultural. Y discriminando grosera, agresiva y sistemáticamente contra todo lo que es o parece ser de derechas.Shapiro entrevistó a más de 100 de los mayores capos, entre otros Larry Gelbart (MASH), David Shore (House), y Mark Burnett (Survivor). La tele no es “solo entretenimiento”: hay un proyecto para convencer a todos los públicos de que las posturas de izquierda en política, economía, moralidad y asuntos mundiales, son las únicas justas y correctas, aceptables y aceptadas por las personas de bien, bellas, cultas y éticas. Y rechazadas solo por los conservadores extremos, gente mala, ignorante y fea.Entre los ’50 y los ’60 había comedias que a su modo enfatizaron valores de familia, aunque fueran “Los Locos Addams”, “Los Monsters”, y Samantha la “Hechizada”. Eso cambió en los ’70 con los padres solteros o recasados de “The Brady Bunch” y “La Familia Patridge”, donde se esfumó la imagen de padre y madre e hijos. A un guionista del Show de Carol Burnett, se le pidió a futuro suprimir el término «familia»; así lo que pudo ser «The Simpson Family» terminó en “The Simpsons”. Martha Kauffman, productora de la serie “Friends”, admitió que van contra «el concepto tradicional de familia, pues conlleva una discriminación».El medio más poderoso de comunicación de masas en la historia, fue deliberadamente torcido. Y una industria 100% capitalista en su producción, inversión, mercadeo y distribución, salarios y ganancias, y sobre todo en su formidable eficiencia, se hizo un arma ideológica contra el capitalismo, sus ventajas y fundamentos, y en especial contra todos los valores familiares y éticos ligados al capitalismo.The Huffington Post (de izquierda) se burló del libro de Shapiro, y le acusó de “conspiranoico”. Pero p. ej. Donald Vence, productor de la franja infantil (nada menos) del canal PBS, dijo al autor que «el objetivo es inculcar desde la infancia el desdén hacia los valores conservadores, aunque de forma más sutil que como lo hacemos con los adultos». Una “conspiración” es algo que se mantiene oculto, pero aquí un productor de tele para niños, ¡habló sin tapujos de su “objetivo”!Los medios de derecha advierten mucho contra el sesgo en la tele, incluso en las noticias y hasta en los deportes. Pero cuando son acusados públicamente, los responsables se defienden alegando “libertad de expresión” (free speech) en la Primera Enmienda constitucional. Y se justifican con un argumento bien capitalista: “a la gente ofrecemos lo que la gente pide”.Aquí es donde entramos los del Tercer Mundo y Europa, por la puerta de atrás: un entrevistado que quiso anonimato, dijo: «Hace tiempo los estudios se dieron cuenta que no todos piden eso: hay una gran fracción del público que no acepta esta visión, y que simplemente cambia de canal o apaga el receptor. Lo saben los de la industria, porque muchas producciones han dado pérdidas en el mercado nacional; pero les salvan los mercados de los otros países, que reciben y aplauden gustosos cualquier cosa que sea contra EEUU, y en especial si muestra imágenes burdas de la decadencia norteamericana».El Día – Santa Cruz