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Más rubias que otras veces, rostros casi infantiles, veteranas que están mejor que nunca y otras que desmejoraron en su pasarela. Propuestas que iban del marinero, el brillo y las transparencias, que pasaron por el clásico y terminaron en efluvios románticos. En eso puede resumirse la ultima noche del Bolivia Moda Primavera – Verano 2015, que se realizó desde este martes, en el salón Guarayos de la Fexpo, y concluyó este jueves.
Los cuadros más destacados fueron los de Liliana Castellanos, Weise, Rosa y Gris, Papingo Maminga, Pedro del Hierro y Latiture, de Anita Soto Villavicencio.
La música del DJ Juan Antonio Vaca hizo un buen aporte a cada uno delos cuadros, enmarcados por vegetales y rosas instaladas por Quito Velasco.
La frase «el BOMO no es copia de una pasarela internacional», usada de forma recurrente por la maestra de ceremonia Desirée Durán, no encontró un cierre en los escasos argumentos planteados, quizás faltó la explicación de que hace única a una pasarela boliviana frente al resto del mundo.
Lo mejor de todo fue que el desvelo de las tres noches de parte de los frailes del Hogar Teresa de los Andes valió la pena: Natura logro recaudar siete mil dolares, mientras que el público asistente al BOMO aportó con once mil dolares (dieciocho mil en total).
Este BOMO se lució tendiendo la mano a una causa que se daba por perdida y que podrá seguir con su labor gracias a la fusión de moda y belleza.
Fuente: PAT, www.eldeber.com.bo